La FIFA denegó el permiso para que la final de la Copa del Rey se celebre el 26 de mayo y, ahora, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) improvisa para encontrar una solución al conflicto, ya calificado por la prensa como “impresentable”.
La RFEF confiaba en un favor de la FIFA, pero ésta no respondió a la llamada. De momento, lo único que se sabe es que Sevilla y Atlético de Madrid jugarán la final, pero se sabe ni qué día ni en qué estadio.