La Federación de Sociedades Gallegas de Argentina recordó el 70 aniversario de la Guerra Civil española

El acto, que coincidió con el 30 aniversario de la dictadura argentina, contó con los testimonios de algunos supervivientes de la contienda

El acto fue organizado por la Federación de Sociedades Gallegas, el Bloque Nacionalista Galego en Argentina (BNG), la Confederación Intersindical Galega (CIG) y Memoria de los Argentinos en el Exterior.
El Teatro Bambalinas fue la sede de la conmemoración que contó con la presencia de importantes personalidades del ámbito cultural, político, sindical y de los derechos humanos como el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, el poeta y ex combatiente en la Guerra Civil, Luis Alberto Quesada, una delegación de la CIG, formada por Fermín Paz Lamigueira, Manuel Mera Sánchez y Lois Pérez Leira, la representante de Madres de Plaza de mayo, línea fundadora, Nora Cortiñas, la presidenta de la Comisión Familiares de Desaparecidos Españoles, Dionisia López Amado, los dirigentes de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Jorge Izquierdo y Víctor Mendibil y miembros de otras agrupaciones vinculadas a la defensa de los derechos humanos como la Asociación Liberpueblo, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, el Movimiento Ecuménico de Derechos Humanos y la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos.
Al comienzo del acto se dirigió al público el presidente de la Federación, Francisco Lores, quien agradeció la presencia de todos y destacó que “esta institución enarboló desde su nacimiento la bandera de la justicia, la democracia y el respeto a los derechos del hombre y lo seguirá haciendo porque eso es lo que deseamos dejar como legado a las nuevas generaciones”.
Luego habló Lois Pérez Leira, quien expresó: “Quisimos unir en este acto los acontecimientos de la Guerra Civil con los 30 años del golpe militar más cruento que sufrió este país porque creemos que ambos fueron dos genocidios. Desde el 17 de julio de 1936, día que comenzó el alzamiento fascista en España, se fusiló gente como en Argentina, sin juicio previo. También en Galicia como en Argentina hubo 30 mil personas asesinadas y 800 sólo en Vigo. Se mataron alcaldes, pequeños empresarios, estudiantes, obreros; el único pecado era ser republicano”. Y agregó: “Un día, 17 mujeres decidieron que no habría más muertes, silenciosamente esperaron durante días fuera de un destacamento de la Guardia Civil y finalmente las asesinaron frente al mar”.
Terminó la alocución señalando: “Muchos hijos y nietos de esos gallegos republicanos son las víctimas de la dictadura militar argentina. Hoy los gallegos que vivimos en Galicia como los que residen en este país decimos no a la impunidad en cualquier lugar del mundo”.
Por su parte, Adolfo Pérez Esquivel, sostuvo que “las grandes revoluciones son las que se hacen todos los días; estamos en ese proceso y hemos avanzado mucho”. También recordó las palabras del escritor uruguayo Juan Gelman, quien perdió a su hijo y su nuera durante la represión: “Cada uno de ellos tenía el sol en sus miradas, en sus rostros y en sus corazones”.
Finalmente abogó por continuar la lucha de las víctimas argentinas y españolas de la dictadura: “Por la cruzada que ellos llevaron adelante tenemos la obligación de resistir, avanzar y jamás bajar los brazos; debemos dejarles a los jóvenes un mundo libre, un mundo posible; si resistimos lo lograremos”.
El acto concluyó con la actuación del Grupo de Gaitas de la entidad.
En tanto, el viernes 24 a la tarde, socios y simpatizantes de la Federación se concentraron en su sede para participar en la marcha hacia Plaza de Mayo, en memoria del Golpe de Estado, la cual convocó a más de 120 mil personas de distintas organizaciones sociales, políticas y sindicales del país.
Luis Alberto Quesada
Luis Alberto Quesada es uno de los pocos sino el único sobreviviente de la Guerra Civil que puede contar las peripecias que sufrió durante y después de la contienda que dejó tras de sí una España destrozada por la lucha fraticida.
Quesada nació el 22 de agosto de 1919 en Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires. Hijo de padres andaluces es registrado en el Consulado Español. A los tres años vuelve con sus padres a España. En 1936, al estallar la sublevación franquista, se enrola como voluntario en el Ejército Republicano. Tiene 16 y a los pocos días cumple 17 en el campo de batalla de la Sierra de Guadarrama. Sus compañeros lo nombran Sargento, luego es ascendido sucesivamente a Comisario de compañía, batallón, brigada y Comisario de división. En el transcurso de la contienda también desempeñó el cargo de Capitán, siendo Jefe de Servicios del Estado Mayor del Coronel Galán en el frente de Cataluña. Regresa después al comisariado para hacerse cargo de la 68 Brigada como Comisario de Guerra. En 1937 era el Comisario de Brigada más joven de España.
Participa en muchos combates y estabilizado el frente de Madrid, vuelve con su unidad al sur del río Tajo en los combates de Talavera de la Reina, Teruel,, donde es herido, defensa de Cataluña, los dos Segres, Montsech y por último pasa por los Pirineos hasta Francia donde es internado en distintos campos de concentración. Tenía 19 años. Comienza la ocupación de Francia por los alemanes y el Ejército Francés se repliega. Ante la seguridad de que serán entregados a los invasores, Quesada decide escaparse del campo de concentración en la bicicleta de uno de los gendarmes. Él mismo recuerda ese momento: “Le dije a un compañero: Voy a agarrar esa bicicleta y me escaparé´. Él me contestó: ´Estás loco´. Vi que la calle era cuesta abajo, era el atardecer y decidí bajar a toda velocidad, nadie pudo alcanzarme porque el jefe de los guardias había perdido el coche en la retirada. Luego con un grupo de gente llegamos a Burdeos antes que los alemanes y nos pusimos a trabajar en una feria que había allí”.
Poco tiempo después junto a franceses y ex combatientes de la Guerra Española organizan la Resistencia. En Burdeos, donde contrajo matrimonio con Asunción Allué, la Gestapo lo identifica por sus actividades y lo persigue. Su mujer está embarazada y luego de que nace su hijo él se traslada a España vinculado a grupos que actúan junto a Franco. A los pocos meses es detenido debido a que un miembro de la Resistencia lo entrega a él y a otros compañeros. También engaña a su mujer Asunción diciéndole que su marido la llama. Ella también es detenida pero después es liberada. Durante muchos días, Quesada es sometido a palizas y torturas en los sótanos del Ministerio de Gobierno de Madrid. Meses después es trasladado a la cárcel de General Porlier donde es alojado en un sótano sin ventanas. Desde allí lo llevan a Carabanchel donde es apaleado.
Al finalizar la Guerra Mundial, los presos políticos son trasladados a la prisión de Alcalá de Henares donde se realizan Consejos de Guerra Sumarísimos y lo condenan a la Pena de Muerte. Entidades argentinas presionan al embajador español en Buenos Aires y se le conmuta la pena de muerte por el de Cadena Perpetua.
Lo trasladan a la prisión de Burgos donde permanece recluido durante13 años y despliega una gran actividad cultural en la escuela del establecimiento. Por el trabajo que realiza en el penal los presos de otras cárceles llaman a ésta ´La Universidad´.
En Argentina, durante la presidencia de Frondizi y por iniciativa del escritor Manuel Cerván Rivas, tío de Quesada, y de entidades sociales se logra la libertad de los argentinos presos en España. Luis Quesada y Juan Arhancet, otro argentino que pasó también 17 años preso, son expulsados de España y se les conmuta la pena de Cadena perpetua por la de Extrañamiento Perpetuo. Al llegar a Buenos Aires, ambos continúan luchando por la liberación de los presos políticos de España y Portugal. Actualmente el poeta, que ha escrito más de una decena de obras, sigue trabajando por la liberación del hombre y el respeto a las ideas. En homenaje a Quesada, el gran escritor Rafael Alberti le dedicó los siguientes versos: &#145…Venidle todos a cantar, porque sencillo, humano, fuerte, hoy es capaz de hacer la vida con tantas cosas de la muerte…&#146.


Antonio Seoane Sánchez, un defensor de la Autonomía gallega

Antonio Seoane nació en el ayuntamiento de Boiro, Galicia, el 13 de octubre de 1906 y cuando tenía cinco años sus padres lo trajeron a Argentina. Durante años trabajó en el departamento de distribución del diario La Prensa, fue socio del Centro Gallego, directivo de la Federación de Sociedades Gallegas. Durante la Guerra Civil se afilió al partido Comunista de España y en 1943 se le confió la misión de entrar clandestinamente a Galicia. La Guardia Civil descubre su presencia en La Coruña y lo detienen el 10 de junio de 1948. En esta operación también cae José Gómez Gayoso junto a otros compañeros. De todos los detenidos solamente Gayoso y Seoane son asesinados. José Francisco Seoane, su único hijo que hoy tiene 77 años, cuenta: “Me afectó mucho lo que le sucedió a mi padre. Yo era un chico muy joven y jamás me había preocupado por la política. Desde ese momento me convertí en un militante de la Juventud Comunista de España. Por estas ideas, en Argentina éramos perseguidos por los gobiernos militares. Tengo una hija y mi nieta de 26 años estuvo estudiando en España, es licenciada en Ciencias Políticas, trabaja en eso y sigue estudiando para doctorarse”.