El triunfo de España en el Mundial de fútbol de Sudáfrica 2010 ha conseguido lo que pocas cosas habían logrado jamás: unir a todos los españoles esparcidos por el mundo. Los de que viven en la Península Ibérica y quienes lo hacen en América, Europa, Asia y Oceanía, han vibrado con la Selección, han sufrido con la Selección, se han emocionado con la Selección y han vivido como suyo un triunfo inolvidable que ya ha entrado en los libros de historia de este país.
Cientos de miles de personas salieron a la calle en España para celebrar el triunfo de ‘la roja’ y miles lo hicieron a lo largo y ancho del planeta. Desde Lima a La Paz, desde Montevideo a La Habana, desde Bélgica a París, la ‘marea roja’ cubrió por unas horas el mundo entero de felicidad.
La final del Mundial ante Holanda fue un encuentro duro, tenso, solo reservados a grandes equipos. Los holandeses se emplearon desplegaron un amplio repertorio de patadas y faltas para desequilibrar el juego español pero la Selección, esos 23 jóvenes depositarios de la ilusión de todo un país, no cayeron en el juego sucio y poco fueron haciéndose con el control del encuentro para rematar la faena en la prórroga con un gol de Andrés Iniesta, el jugador genial, que llenó de alegría a miles de corazones ansiosos por un triunfo así.
Montevideo y Buenos Aires
En Montevideo, según narra Manuel L. Faraldo, los aficionados se reunieron en el Club Español, donde coincidieron la embajadora, Aurora Díaz Rato, y demás personal diplomático, así como directivos de entidades españolas en el país, que disfrutaron de la hazaña del equipos que sabiamente ha dirigido Vicente del Bosque.
Al finalizar el encuentro, se fue formando una caravana de vehículos en la plaza Independencia que tocando sus bocinas recorrieron la avenida y continuaron por avenida Italia hasta el polideportivo del Centro Gallego, donde continuaron festejando el triunfo de España que por primera vez se coronó campeón mundial.
Convocadas por la Federación de Sociedades Españolas de la República Argentina, más de 500 personas llenaron de bote a bote el salón principal del Club Español de Buenos Aires para ver en pantalla gigante la final de la Copa del Mundo de Sudáfrica, desatando a la finalización del partido una verdadera fiesta bajo el grito de ‘España Campeón’, escribe Leo Vellés desde la capital argentina.
El encuentro entre España y Holanda se vivió con mucha emoción, pero con el correr de los minutos cientos de emigrantes, acompañados por sus hijos y nietos, muchos de ellos vistiendo con orgullo la casaca roja, fueron dando paso a los nervios y la ansiedad, que recién pudieron ser liberados con un tremendo grito de gol luego de que marcara Andrés Iniesta, cuando restaban tan solo cuatro minutos para finalizar la prórroga.
Entre la concurrencia se encontraban muchos directivos de entidades de la colectividad, entre ellos los presidentes de la Federación de Sociedades Españolas, Pedro Bello, y del Club Español, José Benito López Carballedo, quienes expresaron a España Exterior su inconmensurable alegría por el tan ansiado campeonato: “Estamos muy felices, porque celebrar esto a tanta distancia de nuestra tierra nos hace vivir este logro con mayor emoción. Desde la Federación queremos felicitar a todos los jugadores de nuestra selección, ya que estamos orgullosos de ellos, a Vicente del Bosque, y a todos los españoles que viven en este país”, recalcó Bello, mientras sostenía junto a López Carballedo una réplica de la Copa del Mundo.
A los pies de la Torre Eiffel
París también se vistió de rojo cuando miles de españoles emigrantes y turistas en la capital francesa se reunieron a los pies de la Torre Eiffel para presenciar en una pantalla gigante la final del Mundial, informa Eduardo Cuña.
Horas antes del partido los jardines de Trocadero ya estaban abarrotados mas de 30.000 personas de las cuales unos 15.000 españoles vestidos y coloreados con los colores de España y al grito de ‘yo soy español, español’ disfrutaron con el pitido final que le daba el titulo de campeona del mundo a España y a los emigrantes españoles la posibilidad de hacer la fiesta en la torre Eiffel y en los Campos Elíseos de París.
También en Bélgica los españoles vivieron con gran emoción el partido de España y el triunfo ante Holanda; y en Alemania, Suiza, Reino Unido y la misma Holanda.
Igualmente, la colectividad española fue convocado en la residencia del Embajador de España en Lima, Javier San Domingo, para presencia la final del Mundial y en un ambiente de alegría y camaradería, disfrutó y vivió los 120 minutos del partido para festejar tras el pitido del árbitro la obtención que merecidamente obtuvo la Selección.
El pueblo peruano se unió a este festejo, que asumió como propio, y las calles de Lima se poblaron de camisetas con la enseña española y caravanas de bulliciosos vehículos y peatones que llenaron la ciudad con los colores de España. Igualmente sucedió en Bolivia, El Salvador, Paraguay, Estados Unidos, México y Venezuela.
En la sede de la Asociación Canaria ‘Leonor Pérez Cabrera’, y en el de la Federación de Asociaciones Asturianas, (FAAC) de La Habana también se reunieron decenas de emigrantes españoles que celebraron la victoria de España. Además, los cines ‘Yara’, ‘Riviera’, ‘23 y 12’ y ‘Payret’ de la capital cubana abrieron sus puertas para que miles de aficionados, en su mayoría a favor de España, pudieron contemplar la final. Tras el partido, muchos de ellos recorrieron las calles de La Habana con banderas españolas y camisetas de la Selección, informa Manuel Barros.
Más de 300 españoles y descendientes residentes en la ciudad argentina de Córdoba se reunieron en Casa de España para festejar el triunfo de la Selección española, que por primera vez en la historia, se ha proclamado campeona del mundo de fútbol. Costó, pero España se consagró con armas nobles y dignas. Gallegos, andaluces, asturianos, valencianos, murcianos, castellanos, baleares, catalanes, todos, lloraron, gritaron y se abrazaron en cada minuto del partido, cuenta Mónica Lázaro Jodar.
El canciller del Consulado General de España, Fernando Roldán, madrileño que arribó hace poco tiempo a esta ciudad, señaló: “Este es un triunfo maravilloso y muy anhelado por todos los españoles, tanto para los que estamos aquí en Córdoba como para los que se encuentran en España, pero creo que nada es fortuito, llevamos haciendo un buen fútbol hace una serie de años y éste es el resultado”,
Mientras, Andrés Touriño, emigrante gallego que en la actualidad preside la Casa de Galicia de Córdoba, comentó: “Hemos sufrido pero al final creo que se hizo justicia, tenemos grandes jugadores que entregaron todo en la cancha y van a quedar en la historia del fútbol español”, aseguró con euforia.
En un costado del salón, abrazado a la bandera española se encontraba Abel Mayal, que acaba de llegar de Barcelona. “La experiencia que estoy viviendo es increíble, aunque me encuentre fuera de España es como si estuviera allí porque estoy rodeado de españoles, hay mucha gente de segunda y tercera generación que sienten como yo, el sentimiento de unión que se vive aquí es maravilloso”, señaló aunque reconoció que en estos momentos siente un poco de nostalgia porque “quisiera tener a mi familia junto a mi para compartir este triunfo, pero como no están lo festejaremos a lo grande con la colectividad de Córdoba”, dijo entusiasmado.
En tanto, Pedro Valle, nacido en Granada, y que llegó a Argentina hace más de 50 años destacó que “los buenos resultados no son casualidad, el fútbol español viene creciendo hace varios años y éste es el corolario, la selección ha ganado en muy buena ley”, afirmó con orgullo.
Todas estas muestras de alegría se repitieron allí donde hay un español y gracias a la Selección, al trabajo de 23 muchachos sin complejos, con personalidad propia y con esfuerzo, los millones de españoles repartidos por todo el mundo nos sentimos unidos al proclamarse España campeona del mundo de fútbol.