La economía española ralentizó su crecimiento de abril a junio

El retroceso de la demanda nacional fue más pronunciado

Dos manifestantes protestan ante el Banco de España en el marco de la concentración itinerante convocada por el Movimiento 15-M.

El Boletín Económico del Banco de España indica que laa economí́a española continuó en el primer trimestre del añ̃o la senda de moderada recuperació́n iniciada un añ̃o antes, con una tasa de crecimiento intertrimestral del PIB del 0,3 %, que situó su tasa interanual en el 0,8 %. Esta trayectoria se apoyó́, de nuevo, en la fortaleza de la demanda exterior neta, que tuvo una aportación de 1,4 puntos porcentuales al PIB en té́rminos de su tasa interanual, mientras que la demanda interna siguió́ mostrando una considerable atonía, solo interrumpida por el repunte del consumo pú́blico. La información disponible sobre el segundo trimestre sugiere un debilitamiento de la actividad, en un entorno marcado por el agravamiento de la crisis de la deuda soberana en la zona del euro. Las estimaciones realizadas a partir de la informació́n coyuntural disponible señ̃alan que el PIB habría registrado una tasa de variación intertrimestral del 0,2 % de abril a junio, es decir, una décima menos que en el trimestre anterior, situando su tasa interanual en el 0,7 %.

Por el lado del gasto, la desaceleració́n de la actividad se habrí́a producido como consecuencia del retroceso de la demanda nacional (–1,9 % en tasa interanual), má́s pronunciado que en el trimestre anterior, mientras que la demanda exterior neta elevó́ su aportación positiva, hasta 2,6 puntos. Debe tenerse en cuenta que en este trimestre las tasas interanuales está́n afectadas por la concentració́n de un volumen excepcional de gasto en igual período del añ̃o anterior, en anticipació́n a la subida del IVA el 1 de julio y a la inminente finalizació́n de distintos programas pú́blicos de apoyo al gasto (entre ellos, del plan 2000E de ayuda directa a la adquisició́n de automóviles).

Por el lado de la oferta, cabe destacar el debilitamiento de la actividad industrial, en parte debido a la discontinuidad en los procesos productivos que provocó́ el desabastecimiento de determinados inputs tras el terremoto de Japó́n en marzo, y a la alteración de la producción agrí́cola motivada por la crisis alimentaria en la UE. Los servicios de mercado, por su parte, mantuvieron un tono de moderada recuperació́n, mientras que el valor añ̃adido de la construcción volvió a retroceder, aunque a un ritmo inferior al de los meses precedentes.

En estas circunstancias, el empleo disminuyó́ en té́rminos de su tasa interanual (–0,9%, según la EPA), si bien se estabilizó́ en té́rminos intertrimestrales, debido al comportamiento má́s favorable de la ocupació́n en el sector servicios, y la tasa de paro registró́ un pequeño descenso (hasta el 20,9 % de la població́n activa).