En una entrevista telefónica con 'La Opinión' de Tenerife, la activista, la única mujer del llamado grupo de los 75, los disidentes cubanos que fueron o siguen encarcelados, recordó desde su casa en La Habana sus vínculos con el Archipiélago: "Nunca renunciaría a la nacionalidad cubana, pero una parte de mi corazón es canaria y por eso me haría especial ilusión recibir apoyos desde allá para la lucha". Nacida en la capital cubana hace 64 años, Roque es hija de dos emigrantes canarios, Francisco Roque Saavedra, natural de Guía (Gran Canaria) y Dolores Cabello Plasencia, natural de La Gomera.
Roque admitió estar "muy fatigada" después del esfuerzo que le había supuesto a ella y a otros siete colegas, entre ellos cinco damas de blanco –como se autodenominan las esposas en lucha de los disidentes encarcelados–, viajar por carretera a Banes para asistir al entierro de su compañero y fiel amigo Orlando Zapata Tamayo, fallecido tras una huelga de hambre de 85 días en prisión.
Según 'La Opinión', la disidente está enferma (padece diabetes, problemas del corazón y el riñón, osteoporosis, dolores en una rodilla y dificultades en la vista). Su familia en Gran Canaria ha pedido permiso "urgente" a las autoridades españolas y cubanas para poder ser tratada en Madrid. Su prima Mari Luz Roque, residente en Las Palmas, denunció al periódico tinerfeño que Martha lleva dos años esperando por la nacionalidad española.