Serían los pagos por los sueldos atrasados que la institución mantiene con los médicos del hospital, quienes decidirán en asamblea extraordinaria prevista para el martes 14 si aceptan la propuesta ofrecida.
Así se resolvió en el encuentro que ambas partes mantuvieron en la sede del Ministerio de Trabajo argentino el pasado viernes 10 de febrero, durante el cual los delegados gremiales de los médicos aceptaron suspender temporalmente las medidas de fuerza implementadas hasta que sus representados decidan si aceptan o no el cronograma de pagos propuesto.
“Entiendo que va a haber buena predisposición entre ambas partes. Espero que nuestro ofrecimiento sea aceptado y que se puedan zanjar las diferencias para así llegar a un pacto de paz social y normalizar la atención en el hospital por 90 días”, afirmó el presidente del Centro Gallego, Carlos Vello, en entrevista exclusiva con España Exterior.
En ese sentido, aclaró que el cronograma de pagos (cabe mencionar que los médicos aún no han cobrado los sueldos de diciembre y enero) incluirá a todo el personal, abarcando también a los médicos residentes, por lo que expresó su deseo de que los delegados de AMAT y Femeca “puedan encauzar las negociaciones para que la propuesta sea aceptada”.
Vello recalcó que las medidas de fuerza tomadas tanto por los médicos como por el personal contratado bajo convenio “perjudicaron mucho a la institución”, por lo que pidió “que la gente vuelva a trabajar para que así en vez de tener cien camas ocupadas tengamos doscientas, se pueda prestar con normalidad todos los servicios y volvamos a facturar bien, porque ahí también tenemos deficiencias estructurales de la organización que estamos tratando de corregir”.
En la misma tónica, expresó que la junta directiva “tiene que tener la cabeza fría para bajar la temperatura de este momento y poder así encauzar la situación; los que no están dispuestos a trabajar por la institución tendrán que decirlo y dar un paso al costado para no entorpecer a esta casa tan querida por toda la gente”.
350.000 euros de déficit
El presidente del Centro Gallego admitió que la gestión del hospital tiene un déficit operativo cercano a los dos millones de pesos mensuales (más de 350.000 euros) “influenciado por la gran masa salarial en relación a la proporción de camas ocupadas y los servicios que estamos prestando, todo esto agravado por las medidas de fuerza tomadas en los últimos días que deterioraron enormemente la imagen del hospital”.
Como ejemplo, mencionó que en los últimos días de enero las cajas de tesorería fueron bloqueadas por algunos trabajadores, lo cual imposibilitó que muchos socios que habían ido a la institución para pagar sus cuotas pudieran hacerlo: “Parecería que, a pesar de lo que muchos proclaman, hay gente a la que le gustaría que se produjera el vaciamiento del Centro Gallego”, añadió.
Sin apoyo
Además, lamentó “las declaraciones hechas por algunos profesionales en cuanto a que quieren desestimar el tremendo castigo que la Fundación Galicia Salud le infligió al hospital”, y agregó: “No hay ninguna pauta que venga del lado de la Xunta de Galicia, porque la nueva conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, nunca se comunicó con nosotros desde que asumió. El Centro Gallego fue abandonado y desestimado en cuanto a la defensa institucional. Los apoyos sirven también para que se solucionen situaciones difíciles, y en este caso no lo hemos tenido hasta ahora”.
En el mismo sentido, agregó que la directiva de la entidad que preside no conoce cómo está marchando el proceso de convocatoria de acreedores. “Más allá de algunas declaraciones del secretario xeral da Emigración de la Xunta, Santiago Camba, a 60 días vista de la reunión con los acreedores no sabemos cuál es el ofrecimiento que les van a hacer”, resaltó.
Por último, instó a los socios a que no se plieguen a las medidas de fuerza y que en cambio “concurran a las asambleas, ya que ese es el ámbito en el que deben expresarse y donde tienen uso de palabra. Si se pliegan al corte de calles, como sucedió el otro día, lo único que hacen es seguir el juego de quienes quieren perjudicar al Centro Gallego, y lo que hoy necesitamos es bajar los niveles de confrontación porque todos estamos en el mismo barco y debemos remar juntos y para el mismo lado”.