La coplista Nuria presentará en Buenos Aires un espectáculo musical dedicado a su padre emigrante

Todos los domingos de mayo en el Auditorio Astor Piazzolla del Centro Cultural Borges

El espectaculo cuenta con 25 artistas en escena.
Nuria.

Acompañada por la agrupación Vientos de España que dirige Hernán Ghiotto, el cuerpo de baile de Las Gaditanas y la guitarra flamenca de Luciano de Paula, Nuria vuelve a presentarse en los escenarios porteños con un espectáculo en el que interpretará canciones tradicionales de algunos de los más grandes autores y compositores españoles.
Hija de emigrantes gallegos, Nuria tuvo contacto con el ambiente musical desde muy pequeña: “Mi papá, que era oriundo del ayuntamiento de Curtis, se dedicó en Buenos Aires a trabajar en el rubro gastronómico, al igual que mi abuelo materno, que tenía un restaurant en donde también trabajaba mi mamá. Allí se conocieron y se enamoraron”, rememora.
Al igual que miles de gallegos que formaron sus familias a miles de kilómetros de su tierra de origen, los padres de Nuria comenzaron a trazar su futuro dentro de sus ámbitos laborales.
“Mi papá no pudo ir al colegio en Galicia porque sus hermanas eran todas mujeres y entonces tuvo que dedicarse a trabajar en el campo. Era un hombre con mucha estrella, querido por todos, valiente y trabajador. Siempre se juntaba con otros emigrantes gallegos y trataban de ayudarse entre todos”, destaca.
En pocos años, el esfuerzo del padre de Nuria rindió sus frutos y pudo montar su propio restaurante, el famoso ‘El caballito blanco’, en pleno corazón de la capital argentina. “A él le gustaban mucho los artistas, entonces empezó a organizar espectáculos de variedades musicales en su restaurant que yo, que era muy pequeña, no me perdía nunca. Así conocí a cantantes como Luis Alberto, Rafael de Triana, Mari Cruz Utrera o el conjunto ‘Los tarantos’, quienes fomentaron en mí el amor que siento por la música española”, añade.
Sin embargo, Nuria afirma que la mayor influencia para ella fue siempre su padre. “Yo canto gracias a él; le debo todo lo que soy porque siempre me exigía mucho y me decía que sólo se aprende de los errores. Eso me ayudó mucho a desarrollarme como artista”, reconoce.
Como su papá, Nuria también vivió en carne propia lo que es sentirse emigrante: “Estuve viviendo cinco años en España, primero en Galicia y luego en Madrid, donde actuaba junto a la orquesta ‘Destellos’ de Talavera de la Reina. Me fui porque quería buscar mi propio nombre y tenía la ilusión de que eso lo iba a encontrar en España, pero vivir en otro país es durísimo. A pesar de que todos los días a las siete de la tarde mi papá me llamaba por teléfono, la verdad es que yo lo extrañaba mucho y fue por eso que decidí retornar a Argentina”.
Estas vivencias, las propias y las de su padre, fueron las que la llevaron a pensar su nuevo espectáculo, cuyo título hace referencia a que “siempre en la vida uno va dejando jirones de su alma para rearmarse”, y en el que piezas tradicionales del repertorio tradicional de la música española como ‘No me quieras tanto’, ‘Limosnas de amores’ y ‘Francisco alegre’ se irán desarrollando hasta el emotivo final en el que Nuria, acompañada solamente por una guitarra, interpretará ‘Canción de las simples cosas’, la cual dedicará especialmente a su padre emigrante y a todo lo que él le enseñó, aquello de que “las cosas sencillas son las más valiosas de la vida”.