El pasado 7 de abril hacía su entrada en el Registro Xeral del Parlamento, con el número 5904, un escrito firmado por el diputado socialista Francisco Cerviño, a su vez presidente de la Comisión de Estudo de Reforma do Estatuto de Autonomía de Galicia, en el cual notificaba a la presidenta de la Cámara, Dolores Villarino, los acuerdos adoptados en la sesión de ese día y que incluían el plan de trabajo de la Comisión y la relación de comparecientes que serían citados para escuchar sus opiniones sobre el rumbo que debía tomar la modificación de la Carta Magna autonómica.
En medio de una interminable lista de organismos públicos, judiciales, sindicales, culturales, partidos políticos, asociaciones económicas, sociales y de todo tipo, aparecían tres nombres que podían aportar su visión acerca del trato a los emigrantes desde dos ópticas diferentes: la de los retornados y la de la emigración, es decir, quienes permanecen alejados de su tierra. Se convocaba a la Asociación de emigrantes retornados ‘Maruxía’, al Consejo General de la Emigración (que en el escrito aparece citado en gallego, Consello Xeral da Emigración, lo cual dio lugar a equívocos incluso entre representantes de la Administración gallega que pensaban que se llamaba a comparecer al Consello de Comunidades Galegas) y a la Federación de Sociedades Galegas no Exterior (en este caso también había una gran incertidumbre y expectación ante esta citación, puesto que no se sabe qué entidad es ésta, no existe como tal, aunque a lo mejor se refería a la Federación de Sociedades Galegas en Argentina).
Bien, pues de éstas, sólo ha comparecido ‘Maruxía’ y por lo que se desprende del calendario de sesiones de este grupo de trabajo de la Cámara ninguna más lo hará. Fuentes del grupo parlamentario socialista consultadas por España Exterior sobre este hecho, y tras consultar esta información con la presidencia de la Comisión, lo confirmaron y explicaron que la ausencia de la voz de la emigración, previamente aprobada para su comparecencia, se debía “dificultades técnicas”. En principio se da a entender que es por la premura de tiempo, ya que se quieren finalizar estas sesiones a finales de junio (el día 23, probablemente) para redactar las conclusiones y comenzar la discusión del texto final lo antes posible. Un problema de fechas. Se reestructura el calendario, se acomodan jornadas y comparecientes y se caen de las comparecencias los representantes de la emigración, los que siguen viviendo en el exterior.
Castelao Bragaña
Consultado sobre esta suspensión, el parlamentario del Partido Popular y portavoz de Emigración, José Manuel Castelao Bragaña, se mostró “muy molesto”, porque “no se escuche la voz de la emigración”. “Es otra falta de respeto a la emigración”, añadió visiblemente enojado por esta decisión. En contraposición recordaba la sesión plenaria del Parlamento en la que se trató el viaje del presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, a Uruguay y Argentina. “Fue el día que más feliz me he sentido desde que estoy aquí (en el Parlamento, como diputado), me sentía agradecido a todos como emigrante”, explicó el ex presidente del CGE. “En dos horas y media, sólo se habló de emigración. Las fuerzas políticas más importantes en Galicia coincidieron en que no se podía concebir Galicia sin la emigración. Y, si somos tan importantes, ¿dónde estamos ahora?”, señaló Castelao Bragaña. “Han hablado tantas asociaciones, de amas de casa, de consumidores, etc… todas importantes, pero los emigrantes nada”. En referencia a la desconocida Federación de de Sociedades Galegas no Exterior, el parlamentario del PP indicó que pensaba que se referirían a la que encabeza Francisco Lores en Argentina. “Ojalá que viniera Lores (a la Comisión), y María de los Ángeles Ruisánchez y Arturo González Gil y se escuchara a todos”, y finalizó con pesimismo, “a la ponencia no irá nadie, cuando estén legislando, como será si ahora ni los oyen”.
Soneira y Miranda
La portavoz del PSdeG-PSOE, Marisol Soneira, mostró su sorpresa ante una decisión que desconocía. Sin embargo, aseguró que “no es ninguna tontería, pero este país no se entendería sin la emigración, es el 12% de la población de Galicia”, explicó sin llegar a comprender los motivos que podrían haber provocado la suspensión de estas comparecencias, aunque se comprometió a averiguarlos. “Si alguien debe tener voz en la reforma de la Carta Magna de convivencia de los gallegos es la emigración”, añadió.
Soneira, que ultimaba los detalles para asistir a la constitución de la Comisión no permanente de estudio sobre la situación de los emigrantes (ver página 3), apostó por aprovechar este grupo de trabajo para canalizar las aportaciones de los emigrantes de cara a la reforma del Estatuto.
Por su parte, la portavoz de Emigración del Bloque Nacionalista Galego, Ana Miranda, también se quedó muy sorprendida por la noticia y algo molesta, aunque declinó hacer declaraciones hasta reunirse con otros responsables de su partido.
Sí asistió a las comparencias ‘Maruxía’, a finales del pasado coincidiendo con la semana del pleno del Consejo General de la Emigración en Tenerife, en una sesión muy política en la que se defendió la necesidad de que Galicia sea reconocida como una nación, la inclusión del deber de conocer la lengua gallega y la solicitud de transferir a la Comunidad las competencias en políticas migratorias. Asimismo, se exigía la reforma de la Lei de Galeguidade, la sustitución del Consello de Comunidades Galegas, la garantía de poder ejercer el voto en urna y varias cuestiones más, directamente relacionadas con la problemática propia de los retornados.