La colectividad asturiana en Montevideo festejó su día y los 103 años de la institución en Uruguay

Alrededor de medio millar de personas acudieron a la fiesta del Centro Asturiano-Casa de Asturias

La imagen de la Virgen de Covadonga sale en procesión.

El pasado domingo 8 de septiembre se conmemoró el Día del Principado de Asturias y, además, en la capital uruguaya la colectividad originaria de dicha comunidad festejó el 103º aniversario de la institución fusionada que preside José María Pérez Pérez.

La jornada comenzó con una misa a la patrona que veneran en una gruta en el parque de la institución, para luego sacar en procesión a la Virgen de Covadonga por las calles de la zona residencial donde se encuentra la sede Prado de la institución.

Luego que llegaron los peregrinos, el tablado armado en el parque de la sede fue copado por el grupo de danzas ‘Les Madreñes’ que despertaron la nostalgia de los emigrantes al verles danzar y ejecutar las típicas canciones asturianas.

Mientras tanto, los expertos cocineros preparaban la gran fabada, emigrantes asturianos que enseñan a los jóvenes y fueron justamente éstos últimos los que la sirvieron a los más de medio millar de comensales que acudieron. Entre los presentes se encontraban autoridades españolas encabezadas por el embajador Roberto Varela, el cónsul Eduardo de Quesada y el consejero de Empleo y Seguridad Social, Andrés González, además de directivos de otras instituciones españolas.

La maestra de ceremonias fue la secretaria de la directiva de la institución fusionada, Ligia García, quien recordó el largo centenario de institucionalidad de la colectividad asturiana. Por su parte, el cónsul Eduardo de Quesada apuntó que la comunidad asturiana es la segunda más importante del país.

El embajador Roberto Varela, que visitaba por primera vez esta institución, alabó la unión que lograron los asturianos que tenían dos entidades que acabaron fusionando en una sola y grande.

Los comensales disfrutaron del espectáculo al culminar el almuerzo pasadas las tres de la tarde con la escanciada de la sidra por parte de emigrantes asturianos que les enseñan a los jóvenes descendientes cómo hacerlo y así mantener la tradición.