El presidente y la ministra hicieron estas declaraciones tras recorrer el Parque y comprobar la ejecución de las obras de emergencia para el envío de agua a Las Tablas. El agua procedente de la derivación de la tubería de abastecimiento a la Llanura Manchega comenzó a anegar el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel el 7 de enero.
El presidente Barreda, que mostró un alto grado de satisfacción ante la actual situación de Las Tablas, aseguró que el trabajo en este Parque Nacional no debe quedar aquí, sino que debe ser continuado en el tiempo. Del mismo modo agradeció al Ministerio su trabajo, diligencia y comportamiento para salvar este ecosistema tan importante.
La ministra Espinosa indicó, por su parte, que el objetivo prioritario de ambas administraciones, la autonómica y la central ha sido y es recuperar el humedal, y hacerlo a pesar de la climatología, de ahí que la obra de emergencia para llevar agua a Las Tablas se haya efectuado en un tiempo record.
Del mismo modo, la ministra explicó que los incendios que padecían las turbas de Las Tablas ya han sido extinguidos gracias a la conducción del agua. En este sentido, el presidente Barreda indicó que, gracias a las lluvias de los últimos días y a las que se esperan, es muy probable que no sea necesario hacer uso de los 20 hectómetros cúbicos previstos para salvar el Parque, por lo que se mostró convencido de que Las Tablas estarán inundadas esta primavera.
El trasvase extingue el fuego de las turbas
Con el trasvase de agua a Las Tablas de Daimiel se encharca el mayor número de hectáreas posibles de este espacio protegido, que en los últimos años ha venido viviendo una situación de “catástrofe ecológica”. Durante varios años Las Tablas han permanecido prácticamente secas y apenas una decena de hectáreas de las 1.850 que pueden verse inundadas han permanecido con agua. Con este agua se cumplen dos objetivos: apagar definitivamente los episodios de incendios latentes de turbas que desde agosto registra el Parque y recuperar la biodiversidad del humedal. El Consejo de Ministros dio el 6 de noviembre su visto bueno a las obras de emergencia que el Ministerio de Medio Ambiente debía llevar a cabo para solucionar el problema de combustión de turba en el subsuelo. Se acordó un trasvase de un máximo de 20 hectómetros cúbicos con una inversión de 18 millones de euros.