La Casa de Galicia en Madrid acogió una exposición antológica del pintor Carlos Bóveda

El artista residió más de 40 años en Argentina

Sol Bóveda y Sara Paz, hija y viuda de Carlos Bóveda.

La Xunta de Galicia en Madrid rinde homenaje al pintor Carlos Bóveda, que vivió más de 40 años en Argentina, con una exposición antológica de su obra en las tres salas de la delegación, ocho años después de su fallecimiento. El emotivo acto contó con la asistencia de su viuda, Sara Paz y su hija, Sol Bóveda Paz.

La inauguración de la muestra corrió a cargo del delegado de la Xunta y director de la Casa, José Ramón Ónega, y en él intervinieron, el coordinador Cultural de la Casa, Ramón Jiménez y la viuda de Bóveda, Sara Paz Seco. Para Ónega, “el frío del día se queda compensado por lo cálida que es la obra de Bóveda”; y recordó una cita de Chagall en la que decía de Picasso que era un gran artista pero que era una pena que no supiera dibujar, algo que “no le ocurre a Carlos Bóveda, que además de gran artista, era también un extraordinario dibujante”.

Jiménez, en sus palabras aportó algunos datos biográficos del artista. Carlos Bóveda nació en Pontecesures-Padrón, provincia de A Coruña, en 1933; estudió en la Real Academia de San Fernando de Madrid y trabajó como decorador de Cerámica Celta y dibujante en los periódicos ‘Faro de Vigo’ y ‘La Noche’. Su pintura reflejaba imágenes de Galicia, realistas y dinámicas.

Emigración

En 1962 emigró a Buenos aires, donde desarrolló su paisajismo. En 1992 creó la Sociedad de artistas Hispano-Argentinos, la SAHIA. Participó en muestras de arte colectivas y en octubre de 2002 volvió a su Galicia natal con la exposición ‘Reencontro’, en Santiago de Compostela. Poco después, en 2004, se produciría su fallecimiento.

“Bóveda era un tipo entrañable que hablaba con pasión de lo que hacía, de su pintura, de sus cuadros y también de su familia. Pero nada más. Ni se vendía ni permitía que nadie lo vendiera (promocionalmente hablando)… Era un gran artista pero un pésimo relaciones públicas”, señala en el prólogo del catálogo José Antonio Pérez Docampo, subdirector de ‘El Correo Gallego’, quien le conoció personalmente.

Por su parte, Sara Paz, tras los afectuosos agradecimientos, definió a Bóveda como un “hombre sencillo, al que, ni le interesaban, ni aceptaba honores”. El orgullo mayor para él y que llevaba a todas partes “era el hecho de ser gallego, algo que trasladó a su pintura durante toda su vida”.  Paz explicó que la pintura de Bóveda fue evolucionando al mismo tiempo que lo iba haciendo Galicia ya que la visitaban con cierta periodicidad.

Para Carlos Bóveda, lo importante era el “sentimiento”, como quedó probado cuando rechazó un “proyecto fabuloso”, según su esposa. “No quiso aceptar el pintar durante un año en Israel con garantía de compra a precio de mercado de toda la producción que realizara”. Paz explicó que la única respuesta para rechazar el maravilloso ofrecimiento fue que no podía hacerlo. “Yo solo pinto lo que siento”, les dijo, y no aceptó. 

La antológica de la Xunta en Madrid podrá visitarse hasta el 30 de diciembre, en horario de 10 a 14 y de 16 a 20 horas. Domingos y festivos, de 10 a 14 horas.