La Casa de España de Córdoba cerró el Mes de la Hispanidad con una gran cena. La celebración, a la que asistió la colectividad española de esta ciudad y público en general, además de miembros de la directiva de Casa de España y representantes de los centros regionales.
Al comienzo de la velada, se dirigió al público Justino Nava, quien dio la bienvenida a los presentes y agregó: “Hemos trabajado mucho para convertir a esta casa en la gran entidad que es actualmente, espero que continuemos unidos y que este lugar siga siendo el símbolo de la hispanidad en Córdoba”.
Origen de las Fiestas del Pilar
Durante la noche, una integrante del Ballet Casa de España se refirió al origen de las Fiestas del Pilar, que se celebran cada 12 de octubre coincidiendo con el Día Nacional de España, señalando que la historia de dicha celebración se remonta al año 40 de la era cristiana cuando el apóstol Santiago El Mayor entró en Celtiberia para predicar la palabra de Dios a los habitantes paganos. Mientras viajaba por tierras aragonesas, en la noche del 2 de enero se le apareció en Zaragoza la Virgen María para animar al apóstol Santiago que a orillas del Ebro predicaba el evangelio. La Virgen le pidió que construyera una iglesia en el pilar de mármol donde estaba de pie, luego desapareció pero el pilar permaneció, y en este mismo lugar Santiago cumplió la solicitud de la Virgen cuyo resultado es la imponente Basílica del Pilar.
El conjunto de la capilla es muy armonioso y de gran riqueza, resaltando la esbeltez de las columnas corintias en una exquisita combinación de mármol, jaspe, dorados y bronces.
Desde el 12 de octubre de 1952 todos los años en la misma fecha se lleva a cabo una ofrenda, en la que miles de personas ataviadas con el traje regional aragonés o de otros lugares del mundo, llevan ramos o centros de flores hasta las puertas del Pilar.
En la Plaza de las Catedrales numerosos voluntarios tejen un enorme manto a la Virgen ubicada sobre una estructura metálica. El desfile de personas dura más de ocho horas, luego se celebra una misa pontifical en la Basílica del Pilar, tras lo cual se realiza la procesión.
Actuaciones
Más tarde el Ballet Casa de España, dirigido por Graciela Pérez de Ceva, interpretó jota aragonesa y muñeira asturiana, entre otros bailes regionales, deleitando al público con su gracia y profesionalidad. También subió al escenario el dúo de bailarines Ana y Óscar, que brindaron un espectáculo de danzas nativas y fueron muy aplaudidos por la gente.
En el transcurso de la fiesta los invitados bailaron al ritmo de pasodobles, cumbia y salsa. Al final de la noche se sorteó un jamón entre los presentes y por último españoles y descendientes levantaron sus copas en señal de confraternidad hispano-argentina.