La Casa de Asturias-Centro Asturiano de Uruguay homenajea a los socios más antiguos de la entidad

Se entregaron galardones a los que llevan 30 y 50 años en la institución

El presidente actual, José María Pérez, junto a un emocionado Horacio Díaz, presidente de honor.
La secretaria, Ligia García.

El presidente de la institución, José María Pérez, junto a la secretaria, Ligia García, fueron quienes oficiaron de maestros de una ceremonia que le dio el calor previo al plato principal de la fiesta, la tradicional fabada asturiana.
Es que el segundo domingo de julio se celebra en Uruguay el Día del Padre y así lo quisieron hacer también los socios de Casa de Asturias-Centro Asturiano, organizando esta fiesta que, además de entregarles obsequios a los padres, también homenajeó a los socios que cumplían cincuenta y treinta años en el padrón de la entidad.
La nota emotiva fue que el presidente de honor de la institución, Horacio Díaz García, vio como sus hijos recibían la medalla por treinta años de socio, mostrando la adhesión familiar a la casa de encuentro y difusión de la cultura asturiana en Uruguay.
Pero posteriormente fue la fabada la protagonista de la tarde, y los asturianos le llaman ‘mini fabada’ ya que la de honor se la dejan a la que celebran en su aniversario.
Como es sabido el consumo de fabas se remonta en Asturias al siglo XVI, en el que se sabe con certeza que se plantaba en el territorio y algunas de ellas se consumían. La variedad que se emplea en la fabada es la que se denomina ‘de la Granja’, es una variedad suave y mantecosa apropiada para este plato. El cultivo de esta variedad ocupa en Asturias cerca de 2.500 hectáreas.
La receta de la fabada revela un origen humilde pues los ingredientes así lo muestran y en Uruguay no se deja nada por poner en las grandes ollas que los cocineros asturianos de la institución han demostrado con sabiduría hacer durante varias décadas, pasándose la receta de generación en generación.