La comitiva pudo admirar la belleza de la Seu Vella, perfectamente conservada y declarada de interés turístico mundial.
A continuación, los expedicionarios se dirigieron a la ciudad de Les Borges Blanques, donde admiraron todos los rincones del Museo del Aceite.
El viaje terminó con un aperitivo-merienda en el Restaurante ‘Masia Salat’, ubicado junto al Museo.
Durante el retorno a Barcelona, la delegación pudo admirar los extensos campos de toda clase de árboles frutales floridos, pues no en vano Lleida es la primera provincia frutícola de España.