El 25 de septiembre del año 1853, un grupo de españoles encabezados por José María Buyo, José María Cordero, ambos nacidos en Cádiz, y Miguel Roldós, nacido en Barcelona, creyeron necesario fundar una institución de ayuda mutua que protegiera a sus paisanos más desvalidos.
De esta forma aquellos treinta y nueve socios fundadores fueron forjando poco a poco, primero asistiendo solamente a varones, luego incorporando a las mujeres y niños emigrantes, para luego pasar a permitir que los uruguayos también ingresaran en esta asociación que privilegiaba la unión para ayudar a quienes lo precisaban.
Hoy, 160 años después y con 187.000 socios, la Asociación Española, sigue siendo un modelo de democracia participativa, donde sus socios son quienes eligen sus autoridades, y éstas en forma honoraria velan por la reinversión de las utilidades en una mutualista médica que ha consolidado el mayor patrimonio de las entidades de la salud uruguaya, con equipos médicos de última generación y un cuerpo de técnicos de primer nivel.
Los festejos
La recordación de la fecha magna comenzó por la mañana cuando frente a la estatua que recuerda a la Reina Isabel de Castilla, y a la del prócer uruguayo, José Artigas, el presidente de la Española, Gerardo García, acompañado del embajador español Roberto Varela, el cónsul general de España, Eduardo de Quesada y otras autoridades, colocaron una ofrenda floral al pie de ambos monumentos.
Luego sería en el Auditorio del Sodre Adela Reta, donde las autoridades de la entidad recibieron a invitados especiales para disfrutar de un concierto de la Banda de Gaitas Irmandade del Valle Miñor y de la Orquesta Juvenil del Sodre, pero también contó con la participación de una cuerda de tambores que deleitó con su cuerpo de baile al son del ritmo uruguayo del candombe, al tiempo que también una pareja de baila dibujo el dos por cuatro tanguero, patrimonio cultural del Río de la Plata.
El ejemplo de Tabaré Vázquez
Entre los presentes se destacó el ex Presidente de la República, Tabaré Vázquez, quién además sigue siendo desde hace más de cuarenta años funcionario médico de La Española, tarea que no dejo de cumplir ni cuando fue el primer mandatario uruguayo, donde asistía a su consulta como especialista oncológico para atender a sus pacientes dejando de lado su tarea de presidente.
Ese ejemplo es el que se puede apreciar en todos los funcionarios de ésta institución, que se dedican en el más moderno centro hospitalario montevideano, a desarrollar la compleja tarea de aplicar todos los conocimientos y aparato logia para resolver las distintas patologías que afectan a los más de ciento ochenta mil asociados.
El único orador fue el Gerente de la institución, Julio Martínez, quien a pesar de la fractura de su tobillo que sufrió, igualmente desde una silla se dirigió a los presentes para relatar en una breve síntesis el crecimiento vertiginoso que ha transcurrido La Española en éstos ciento sesenta años de vida, contando los actuales beneficios que cuentan los asociados, que tienen una atención médica de primer nivel.