La Asociación de Emigrantes Españoles Retornados de Asturias celebró el Día del Socio

En el Museo del Pueblo de Asturias de Gijón

Un momento de la jornada festiva.

La Asociación de Emigrantes Españoles Retornados de Asturias (Aeera) festejó recientemente su Día del Socio. Se trata de una de las actividades más importantes que realiza esta entidad a lo largo del año.

En una tarde soleada y calurosa se reunieron varios centenares de emigrantes retornados en el entorno del Museo Pueblo de Asturias en Gijón.

La fiesta comenzó a las cuatro de la tarde con la distribución de bollos preñaos y sidra. En concreto, en esta edición se han repartido 550 ‘bollos preñaos’ y se bebieron unas 500 botellas de sidra. A las cuatro y media se hizo un parón para dar paso a la intervención de las autoridades presentes las cuales pronunciaron unas palabras de ánimo y gratitud por el trabajo realizado por esta asociación.

Autoridades

En representación del delegado del Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo, acudió su jefe de Gabinetes, José Alberto Mortera.

Por el Ayuntamiento de Gijón estuvo presente Eva Illán, concejala de Bienestar Social, que no dudó en elogiar la labor tan importante que se realiza a favor de la emigración desde la asociación y brindó su ayuda a la entidad en todo lo que le permita su cargo.

También estuvo presente Juan Luis Campos, director de la sucursal de Cajastur donde la asociación tiene su cuenta, en representación de la obra social, que como todos los años ayuda a la entidad con una pequeña aportación económica para la organización de esta actividad.

A las siete y media de la tarde se rifaron tres obsequios entre los socios presentes, el tercer premio fue un chorizo y un salchichón ibérico, segundo premio un jamón serrano y primer premio un jamón ibérico gran reserva.

Los presentes disfrutaron de la tarde hasta las ocho y media de la tarde, hora en la que se fueron despidiendo de todos los amigos con los que compartieron esta jornada festiva recordando su paso por la emigración, muchos de ellos después de años sin verse y sin ni siquiera saber que sus amigos estaban de regreso, se reencontraron.

Esta actividad, que año tras año se afianza y tiene más aceptación entre los socios, es la jornada por excelencia de convivencia de la emigración retornada en Asturias.