La Asociación Juventud, Viana, Trives y Valdeorras de Buenos Aires agradece las muestras de apoyo

Tras el derrumbe de su sede social por las fuertes tormentas en la capital argentina

Así quedó la sede de la asociación.

Febrero de 2010 se convirtió en el mes con mayor cantidad de precipitaciones caídas en la Ciudad de Buenos Aires, superando los 420 milímetros de agua acumulada, lo que supuso la mayor marca histórica desde que el Servicio Meteorológico Argentino comenzó a tomar este tipo de registros, a fines del siglo XIX.

Una de las tormentas más fuertes, calificada como “diluvio” por los medios de comunicación argentinos, se vivió el pasado 21 de febrero y provocó el derrumbe de techos y del segundo piso de la institución, causando daños muy importantes en más del 50 por ciento del edificio, aunque afortunadamente no hubo personas lesionadas.
“La Comisión Directiva y los socios quieren trasladar su agradecimiento a quienes se solidarizaron y rápidamente ofrecieron su ayuda, y a quienes asesoran y alientan con su apoyo para seguir adelante. La fuerza de cada uno se multiplica cuando no hay cohesión, por eso estamos seguros que juntos podremos construir un nuevo espacio de encuentro”, afirmaron sus autoridades en un comunicado, en el que también aclararon que por el momento no necesitan donaciones para solventar los gastos por las tareas de apuntalamiento y remoción de escombros que ya se están realizando.

Según pudo averiguar España Exterior, miembros de la junta directiva de la entidad se reunieron con el delegado de la Xunta de Galicia en Argentina, Alejandro López Dobarro, para solicitar la colaboración del Gobierno gallego. A pesar de ser una institución que no tiene la galleguidad reconocida, el Delegado les transmitió a las autoridades que la Xunta, a través de la secretaría xeral de Emigración, tiene la intención de prestar la mayor colaboración posible en el marco de las vías establecidas en los programas de ayudas para instituciones.

Fundada en 1954 como un desprendimiento de la Asociación de Viana, Trives y Valdeorras que había iniciado sus actividades en 1931, esta entidad cumplió el sueño de tener casa propia en 1975 al comprar, con el esfuerzo y la colaboración de los socios, el inmueble ubicado en la calle Carlos Calvo 2851 de la Capital Federal. “Allí se realizaron innumerables encuentros sociales y culturales, con una amplia convocatoria, donde se disfrutaba la mística de hablar la lengua gallega y celebrar las fiestas populares con familiares y amigos”, recalcaron los directivos de la institución, quienes subrayaron su esperanza en recibir la colaboración de la colectividad gallega para reconstruir su sede.