Julio Ramón Santamarina López , quien también ostenta la presidencia de la Federación de Sociedades Españolas de Cuba, fue reelegido para un tercer período de mandato de esta asociación fundada el 23 de septiembre de 1919, y que es conocida en Cuba como la ‘Decana de las Sociedades Culturales’.
El asociado Alberto E. Cartaya Velazco, presidente de la Comisión Electoral, dio lectura al acta correspondiente, y se le hizo entrega de los Certificados de Nombramiento a cada uno de los directivos para los cargos electos.
Acompañan a Julio Santamarina en la Junta Directiva, Ángel Orosa de la Hoz, vicepresidente; Wilfredo Chirino Dábalo, Tesorero; y Jorge R. Torres Frías, secretario. Completan la nómina de la junta directiva los vocales: Felicia Fernández Figueroa, Guillermo Roque Bueno, Rolando Aniceto Ramos, Eduardo A. Bermúdez Pallarés y Manuel Díaz González; y Silvio Hernández González, Ricardo A. López Pérez y Eddy G. Ariosa Terry, como vocales suplentes
Al acto asistió una representación de asociados de la entidad, así como también un grupo de invitados, entre ellos: María A. Marcos Alonso, presidenta de la Federación de Asociaciones Asturianas de Cuba, Elena Valera, trabajadora social del Principado de Asturias, Francisco Avena Graciano, presidente de la ‘Sociedad Estudiantil Concepción Arenal’ y José Ramón Marín Castro, presidente de la ‘Agrupación Valdeorras y Viana’.
Durante el acto se hizo entrega a la asociada Georgina Ceballos Nazábal, del título honorífico de ‘Asociado de Honor’ por “la meritoria labor realizada a favor de la asociación, como integrante de su junta directiva durante dos décadas”. Georgina Ceballos fungió como directiva desde el año 1992 y durante los dos anteriores mandatos de Julio Santamarina se desempeñó en el cargo de secretaria por espacio de 10 años.
Al hacer las conclusiones el acto, Julio Santamarina transmitió la felicitación a la junta directiva elegida y ratificó en su nombre los esfuerzos que realiza la institución por mantener la atención a sus asociados en las diferentes actividades programadas durante el año, así como la vocación de seguir trabajando en este período, como en los anteriores, por lograr los objetivos que estipula el Reglamento Social en la actividad cultural, deportiva y recreativa.