Así lo dijo durante su comparecencia ante la Comisión de Industria del Congreso de los Diputados, para informar sobre las causas del reciente apagón ocurrido en Barcelona, que dejó tres días sin suministro a una gran parte de la ciudad.
El ministro dijo que las inversiones en la red de alta tensión se habían duplicado desde que el PSOE llegó al Gobierno, y precisó que no se podrán determinar las responsabilidades de lo ocurrido en Barcelona hasta conocer el informe solicitado a la Comisión Nacional de la Energía (CNE).
Red Eléctrica de España (REE) invirtió una media de 227 millones de euros entre 2002 y 2004, mientras que el promedio se eleva a 515 millones entre 2005 y 2007, con 420 millones en 2005, 510 millones en 2006 y 614 millones en 2007, dijo Clos.
Además, el plan de infraestructuras energéticas 2002-2011 contemplaba una inversión media de 400 millones anuales, cifra que, según el ministro, el Gobierno del PSOE había elevado a 600 millones.
“El Gobierno ha realizado esfuerzos económicos importantes para mejorar la calidad del suministro eléctrico y acabar con la penuria inversora de los gobiernos del PP”, puntualizó.
Sobre el apagón en Barcelona, Clos admitió que existe un déficit de inversión en Cataluña, pero recalcó que no en las redes eléctricas. En su opinión, la calidad de la red de Cataluña está entre la media española o, incluso, “un poco por encima”.
El titular de Industria dijo que los gobiernos central y autonómico lograron coordinarse sin problemas, aunque reconoció que algunos aspectos del apagón fueron “poco frecuentes”, como el hecho de que un cable de distribución cayera sobre una instalación de alta tensión o que se tardara tanto en reponer el servicio.
Críticas y estimación de pérdidas
Desde la oposición, el portavoz del PP, Fernando Castelló, dijo que el apagón de Barcelona había supuesto la “esquela definitiva” y el “réquiem final” a la política energética de José Luis Rodríguez Zapatero, marcada por la Opa sobre Endesa. Tras compartir la “indignación” de los barceloneses, acusó al Gobierno de “cobarde, negligente e incapaz de dar la cara”.
También fue muy crítico el portavoz de CiU, Josep Sánchez Llibre, quien aseguró que los catalanes “están hartos” de las constantes averías en infraestructuras básicas como la electricidad o los trenes de cercanías. Su compañero de filas, Josep Antoni Durán i Lleida fue más lejos al pedir la dimisión de Clos, al día siguiente de su intervención.
El diputado de ERC, Jordi Ramón, anunció que su grupo exigirá la responsabilidad subsidiaria del Estado por este accidente, mientras que la diputada de IU-ICV, Carme García, propuso una batería de medidas para mejorar la calidad del servicio.
Por su parte, la Cámara de Comercio de Barcelona cuantificó en 62 millones de euros las pérdidas económicas sufridas por los comercios y otros establecimientos y apuntó como primer responsable al Estado y, en menor medida, a la Generalitat.
Zapatero promete más inversiones
El apagón, ocurrido el 16 de julio, afectó a 350.000 abonados, que una semana después comenzaron a solicitar las indemnizaciones. La avería tardó tres días en subsanarse.
El presidente del Gobierno, que visitó Barcelona 10 días después, dijo que no era aceptable la tardanza en recuperar el suministro eléctrico. “No lo puedo aceptar, como presidente”, dclaró Zapatero, quien anunció nuevas inversiones públicas en infraestructuras, sin especificar más.