El que fue el responsable del ingreso de España en la OTAN es el primer jefe de Gobierno de la Democracia que fallece. Calvo-Sotelo, casado con Pilar Ibáñez-Martín y padre de 8 hijos, fue enterrado el día 5 en Ribadeo (Lugo).
El ex jefe del Gobierno, marqués de Ribadeo desde 2002, no padecía ninguna enfermedad y murió repentinamente en su domicilio de Pozuelo de Alarcón. “Se le ha parado el corazón”, informó a EFE su primogénito, Leopoldo. El fallecido recibió sepultura en el cementerio de Ribadeo (Lugo), donde también yacen los restos de sus padres, tras celebrarse la misa funeral en la iglesia parroquial de Santa María do Campo. Entre la comitiva fúnebre de familiares estaba la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, sobrina del ex presidente.
El féretro con los restos mortales había salido a las 10:00 horas del Congreso de los Diputados, donde fue despedido con honores de Estado en la Puerta de los Leones de la Carrera de San Jerónimo, por la que se accede directamente al salón de los Pasos Perdidos donde se instaló la capilla ardiente custodiada por soldados de los tres Ejércitos y agentes de la Guardia Civil durante un día para que los ciudadanos, más de un centenar, pudieran despedirle y rendirle tributo.
“Hombre de Estado”
Los dirigentes políticos valoraron de forma unánime su contribución a la consolidación de la democracia en España en unos difíciles momentos políticos, en los que demostró su talla como “hombre de Estado”. Los Reyes, el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, y las más altas autoridades del Estado dieron su último adiós al ex presidente Calvo Sotelo en el Congreso de los Diputados. Junto al féretro, cubierto por la bandera española, se encontraba el Collar de la Real y Distinguida Orden de Carlos III, que le impuso el Rey Don Juan Carlos en un emotivo acto en el Salón de los Pasos Perdidos, al que asistió junto a Doña Sofía y los Príncipes de Asturias.
Para Don Juan Carlos, “ha muerto un gran español, un gran hombre de Estado, un demócrata y una persona muy querida”, según una declaración dada a conocer por la Casa del Rey. Los familiares del ex presidente recibieron las condolencias de José Luis Rodríguez Zapatero, quien aseguró que una democracia es grande si reconoce y homenajea a sus grandes hombres, y de la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega y de otros miembros del Gobierno. El Ejecutivo, en una declaración institucional, expresó su reconocimiento al “valioso servicio” prestado por Calvo Sotelo a la democracia.
Además, dieron el pésame el ex presidente del Gobierno José María Aznar y, en representación del también ex jefe del ejecutivo Adolfo Suárez, su hijo Adolfo Suárez Illana. Felipe González se encontraba fuera de España. El líder del PP, Mariano Rajoy, ensalzó el papel que desempeñó Calvo-Sotelo para recuperar la “normalidad” en una de las etapas “más complicadas de la historia de España”, lo que que compartió Manuel Fraga, fundador del PP, quien subrayó su papel jugado durante la Transición.
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El hombre del 23-F y del ingreso en la OTAN
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Leopoldo Calvo-Sotelo pasará a la historia como el presidente del Gobierno que asumió el poder tras la derrota de la intentona golpista del 23-F y que firmó el ingreso de España en la OTAN como miembro de pleno derecho. El primer jefe del Gobierno democrático que fallece marcó el puente entre la etapa de Adolfo Suárez y la decadencia de la UCD y la que abrió Felipe González con el auge del socialismo. A pesar de estar sólo 21 meses al frente del Ejecutivo -entre febrero de 1981 y diciembre de 1982-, su mandato fue algo más que una mera transición y contribuyó a asentar los cimientos de la democracia. El golpe militar de Antonio Tejero cuando el Congreso se disponía a aprobar su investidura condicionó su llegada al poder. Fue dos días después cuando quedó proclamado presidente, aunque la inestabilidad del escenario político se prolongó más allá del fracaso de la intentona.
Calvo Sotelo tuvo que hacer frente a momentos de intensa actividad de ETA, que dejó en sus dos años de gobierno cerca de un centenar de víctimas mortales, después de la campaña más sangrienta de 1980, con 132 muertos. Siempre predicó su anhelo de búsqueda del consenso y del diálogo como vía para acabar con el terrorismo, aunque no fue hasta 1987 cuando se firmó el Pacto de Madrid, el primero entre los partidos democráticos. Sí fue testigo del abandono de la lucha armada por ETA Político-Militar VII Asamblea, a la que respondió con generosidad aceptando negociar medidas de gracia para los reinsertados.
Además del protocolo de adhesión de España a la OTAN en diciembre de 1981, durante su mandato se aprobaron otras medidas de gran calado, como la Ley de Divorcio. También tuvo que afrontar la crisis del aceite de colza, tras conocerse los primeros fallecimientos por la intoxicación, y dar la bienvenida a España al Guernica de Picasso. Como presidente en funciones, fue testigo de la primera visita oficial del Papa Juan Pablo II a España y contribuyó a la apertura de la verja de Gibraltar después de 13 años de bloqueo.
Calvo Sotelo descubrió su vocación política de manera tardía, puesto que su formación como ingeniero le llevó a desempeñar antes diversos cargos en la empresa privada y pública. Sin embargo, nunca dejó de sentir la política y mantuvo su interés por ella durante la parte final de su vida, con la misma discreción que siempre le caracterizó. Firme creyente del espíritu de la Transición, acudió a todos los actos conmemorativos de la Constitución y ligados al Parlamento y a la Corona, a la que siempre profesó lealtad.
Honores de Estado en la despedida a Leopoldo Calvo-Sotelo, primer ex-presidente de la Democracia fallecido
El segundo jefe del Ejecutivo en la etapa constitucional, que sustituyó a Adolfo Suárez, murió inesperadamente

Honores de Estado a la salida del Congreso del féretro con los restos mortales de Calvo-Sotelo (imagen del recuadro). EFE