Homenaje a los aviadores Barberán y Collar en el 80 aniversario de su histórico vuelo Sevilla-Camagüey

Se celebraron actos en el Hotel Plaza, donde se alojaron en la capital cubana, y en el Centro Andaluz

Abilio Lozano y Gastón Sariol durante la charla que impartieron.

“A las 4:40 a.m. del 10 de junio de 1933, (hora de España) el ‘Cuatro Vientos’ puso en marcha su motor y a las 4:45 a.m, después de una larga y penosa carrera de despegue producto del peso, se fue al aire, así comenzaba una de las páginas más tristes y gloriosas de la aviación española. (….) El 11 de junio a las 3:30 p.m. (hora de Cuba), aterrizaba la aeronave en Camagüey con unos escasos 100 litros de gasolina, después de recorrer 4.533 millas en 39 horas y 55 minutos. El gran sueño de unir España y Cuba en un vuelo directo era una realidad”.

Así describe el capitán de aviación Franklin Picapiedra Montejo, en su libro ‘Barberán y Collar, leyenda y realidad’, algunos de los momentos la salida del aeródromo militar de Tablada, en Sevilla, y de la llegada al aeropuerto de Camagüey en Cuba del histórico vuelo de los pilotos militares españoles Mariano Barberán y Joaquín Collar en el emblemático ‘Cuatro Vientos’, durante la primera etapa del vuelo Sevilla-Camagüey-La Habana-México, raid organizado por el Ejército del Aire de la II República Española.

Con motivo de cumplirse el 80° aniversario de “una de las mayores hazañas de la aviación militar española”, el pasado 20 de junio -en la misma fecha en que Barberán y Collar partieron rumbo a México en “su Vuelo a la Inmortalidad”- se celebraron en La Habana dos actividades en recordación de la efemérides. La primera de ellas en horas de la mañana junto a la tarja del Hotel Plaza, donde se recuerda que allí se hospedaron durante su estancia en La Habana los intrépidos aviadores. En el acto participó un pequeño colectivo de funcionarios y trabajadores del centro, encabezados por su subdirectora Marta Mellet.

Durante la tarde, en el ‘Salón Blas Infante’ del Centro Andaluz de La Habana, tuvo lugar una mesa redonda sobre los vuelos Sevilla-Camagüey y Habana-México, con abundante material gráfico, fotos de la época, láminas y la experiencia personal de los ponentes, actividad que estuvo a cargo los capitanes aviadores  Adolfo Abilio Sozano Jiménez y Gastón Sariol Hernández, y que estuvo presidida por la titular, del Centro Andaluz, Blanca María Fernández Pérez, con la participación de un grupo de directivos y asociados.

Durante el encuentro se destacaron diversos aspectos relacionados con el histórico vuelo, entre ellos los referidos a su preparación y las características que lo hicieron famoso: fue el vuelo más largo que se había hecho hasta el momento sobre el mar, atravesando el Océano Atlántico por su parte más ancha y menos frecuentada, siguiendo la ruta de Cristóbal Colón; fue un vuelo sin escalas, utilizando un avión monomotor, sin aparato de radio, y orientándose solamente por medio de la navegación astronómica.

También se habló del recibimiento en Camagüey y en La Habana, de los innumerables homenajes que les tributó la colectividad española, y por último de la salida hacia México y de su trágica desaparición.

El capitán y pintor, Gastón Sariol, organizador de estos eventos, compartió con España Exterior sus impresiones sobre la importancia del hecho histórico, y de su trascendencia al cabo de 80 años. “Para mi el vuelo de Barberán y Collar tiene dos importancias, una importancia histórica, ya que fue el primer vuelo que se hizo entre España y Cuba. Para una persona que vuele ahora 8 horas en un confortable avión, que cualquier compañía lo hace, eso no tiene la mayor importancia, pero con un avión monomotor, volar esa distancia que no había sido volada todavía, ya que Linderbergh había ido por el Norte, otros aviadores habían venido por el Sur, pero por la parte más ancha del Atlántico, fue realmente una gran proeza”.

Además de este aspecto “yo creo -dio Sariol- que es un ejemplo porque, indiscutiblemente, en un mundo actual tan complejo, ver como dos hombres de una ideología tan distinta pusieron todo su empeño en hacer algo tan grandioso, es lo que debe ponernos a meditar a todos”.