‘Hijos de Sarria’ en La Habana recuerda a Jesús Barros

Tomando como referencia su etapa de como ‘Laurel’ en esta entidad

La presidenta de la entidad, Emelina Aja.

La sociedad ‘Hijos del Distrito de Sarria’ celebró su tradicional reunión anual de ‘Esperancitas y Laureles’, “asociados que se identifican por la destacada labor que realizan en esta sociedad”. El encuentro estuvo dedicado a honrar al doctor Jesús Barros en el 12º aniversario de su fallecimiento que fue delegado informativo de España Exterior en Cuba, “quien también fue un ‘Laurel’ por el trabajo que desarrolló en su larga vida profesional y social”.

La presidenta de la sociedad, Emelina Aja, leyó una síntesis biográfica del homenajeado: “Amplio currículo de trabajo acumulado en su amplia y provechosa existencia de más de setenta años dedicados al trabajo en favor de sociedades gallegas y españolas de Cuba”.

Varias fueron las anécdotas narradas por algunos de los presentes que tuvieron el honor de conocerle y trabajaron con él en las oficinas del Centro Gallego. Se destacó también su labor como secretario de la Sociedad ‘Hijos del Partido de Corcubión’, fusionada actualmente con la de Sarria, por lo que muchos asociados aún lo recuerdan. Al concluir el encuentro se entregaron algunos presentes, y diplomas de reconocimiento a miembros del grupo ‘Esperancitas y Laureles’.

La Sociedad Hijos del Distrito de Sarria organiza todos los años en el mes de septiembre un homenaje a ‘Esperancitas y Laureles’. Hoy con 97 años de existencia y un ininterrumpido trabajo en bien de su colectivo, este grupo celebra su 17º aniversario.

Sus orígenes se remontan a la década de los años 50 del siglo pasado, en la que entusiastas jóvenes de la época, encabezadas por Mª Magdalena López Camino, ‘Maruja’, junto a su hermana Celia impulsaban el desarrollo de actividades que integraban a los asociados en el seno de la entidad, y en sus principios y propósitos de ‘beneficencia, protección y recreación’.

Hoy se destaca el trabajo con los jóvenes, que participan en la organización de conferencias, y son el motor impulsor del trabajo asociativo; así como las visitas a mayores e impedidos físicos que encuentran en los jóvenes que los apadrinan el canal de comunicación con la vida de la sociedad.