Esto quiere decir que de los 89 altos cargos que han tenido un puesto en el organigrama de la Junta durante los últimos cuatro años se caerían 19, dejando el número final de altos ejecutivos en 69.
El propio Herrera asegura que en su nueva etapa al frente del Gobierno regional “se definirá una estructura de Gobierno con un número de nombres y consejerías que se va a contraer en favor de la austeridad y el ahorro”.
De este modo se podría volver al organigrama de 2002, donde las carteras de Interior, Justicia y Administración dependían de la consejería de Presidencia.