Con objeto de conocer de primera mano su situación Herrera, que calificó la visita relámpago a Cuba de “emotiva”, escuchó sus demandas como la posibilidad de que jóvenes cubanos estudien en Castilla y León.
El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, pasó por Cuba el 18 de julio en una vista de menos de 24 horas en la que tuvo tiempo de reunirse con los presidentes de las casas regionales integradas en la Agrupación de Sociedades Castellanas en Cuba y escuchar las demandas de la colectividad, y se comprometió a estudiarlas.
También asistió a una comida en la que participaron cerca 500 miembros de la comunidad castellano y leonesa en Cuba y se reunió en privado con el vicepresidente José Ramón Fernández, además de entrevistarse con el historiador de La Habana, Eusebio Leal.
Respecto a su conversaciones con éste, Herrera avanzó la posibilidad de participar en la restauración de una casa-palacio en el centro histórico de la capital para convertirla en un Centro de Día del cual se beneficiarían los ancianos de la colectividad.
“Una casa para todos, dedicada a Zamora, con las puertas abiertas para todos los castellanos y leoneses, dijo Leal. Está previsto que el Centro abra sus puertas dentro de dos años.
En cuanto a las demandas que los centros regionales realizaron al presidente de la Junta, Herrera aseguró que su Gobierno intensificará las políticas para mejorar la situación de los emigrantes. Tomó nota del interés mostrado para que se incrementen las relaciones con la Oficina de Retorno, la necesidad de habilitar mecanismos más fluidos para realizar trámites de ciudadanía desde la isla y para recibir información actualizada sobre esa Autonomía.
En concreto, explicó algunas de las iniciativas de la Junta a favor de este colectivo. Así, insistió en la necesidad de mejorar de forma sustancial las infraestructuras de los centros regionales; anunció la creación de un portal informativo en Internet que llegue a todas las asociaciones en el mundo, así como un registro de los centros en el exterior con la información sobre todas sus actividades y la aprobación de un Plan Integral que contemple acciones asistenciales, sociosanitarias y formativas donde se dé prioridad a los ancianos y los jóvenes.
En este sentido, dijo que estudiará la propuesta de flexibilizar los trámites para que jóvenes cubanos puedan estudiar en la región.
También dio detalles sobre el Consejo de la Emigración de la Junta de Castilla y León.
Además, el Gobierno de Juan Vicente Herrera, según recordó él mismo, ha dado un impulso a todo lo relacionado con los emigrantes con la creación, esta legislatura, de una dirección general específica de Políticas Migratorias y Cooperación al Desarrollo.
Por último, se refirió al importante papel que puede desempeñar en la materialización de estos proyectos la existencia de una Fundación, institución que sería de gran utilidad para estos fines. Exhortó a los presidentes y presidentas de las casas a fortalecer el sentido de unidad y de agrupación, independientemente del sentido de pertenencia que pudiera tener cada uno por su pequeña sociedad por representar el área de procedencia de cada uno dentro de la Comunidad de Castilla y León.
La visita a Cuba, la primera que realiza Herrera como presidente de la Junta, comenzó con una visita al panteón burgalés en el cementerio de La Habana. También el presidente realizó una ofrenda a los ciudadanos de la región fallecidos en Cuba.
Después, en el almuerzo con medio millar de emigrantes, Herrera dijo que había sido un acto de gran “emotividad”.
Celebrada en el Hotel Meliá Cohiba, la comida fue un homenaje a dos castellanos y leoneses centenarios que residen en la isla.
Rosa Martín Fuentes, nacida en San Martín de Moreda, León, en 1905, y Julián Gutiérrez Torre, nacido en Partearroyo, Burgos, el mismo año, fueron los dos homenajeados durante el acto, en el que estuvieron socios de las casas regionales existentes en Cuba.
Rosa Martín emigró a Cuba con su madre cuanto tenía 15 años de edad en el vapor ‘Flandree’ el 17 de abril de 1521, desde el puerto de La Coruña. Trabajó primero en una casa del barrio de Cojímar, en el municipio de Regla, donde conoció a su marido, con quien tuvo cuatro hijos. Después abrió un comercio de cigarros y caramelos que tuvo que vender al fallecer su esposo. Volvió al trabajo doméstico en el Reparto Azotea, en el municipio de Guana-Bacoa, tras lo cual consiguió instalar una nueva tienda. Rosa tiene actualmente 10 nietos y 18 biznietos.
Por su parte, Julián Gutiérrez Torre emigró a Cuba con 14 años de edad, el 16 de octubre de 1919 embarcado en el vapor ‘Reina María Cristina’ de la Compañía Trasatlántica de Bilbao.
A su llegada a Cuba se trasladó a la localidad de Tapaste, donde trabajó en un comercio de ultramarinos y donde ha residido hasta hoy. Tuvo la oportunidad de visitar España y su localidad natal y mantuvo correspondencia con su familia mientras vivió. Contrajo matrimonio con una mujer cubana, ya fallecida, con la que tuvo una hija.