La proyección se va a realizar el día sábado 7 de julio en la sala Arturo Cuadrado de la Federación de Sociedades Gallegas de la República Argentina (FSG) y permitirá conocer y conversar sobre la represión sufrida por las mujeres gallegas tras la sublevación del año 1936 y su resistencia contra la dictadura franquista.
“La mujer era el elemento fundamental para sembrar y desparramar esta ideología totalitaria, los valores retrógrados y el miedo, que fue la herramienta represiva característica durante la dictadura y que, lamentablemente, perdura aún hoy”, explicó el realizador gallego sobre la película que forma parte de una serie de trabajos de revisionismo histórico en la que viene trabajando desde hace años.
Organizada por el colectivo de gallegas, la proyección de la película comenzará a las 17.30 horas para, a continuación, abrir una ronda de debate y reflexión sobre el tema.
‘Crónicas de silencio y sal’ pudo verse en la televisión pública de Galicia en noviembre del año pasado. Luego, la prensa destacó que el film “acerca un punto de vista diferente sobre la metodología represiva desatada contra la sociedad gallega: ese joven poder que se erguía violento, clasista, oligárquico y tradicionalista necesitaba una retaguardia controlada y a las mujeres otra vez sometidas al mandato del poder de la Iglesia, para ser “porteadoras” de la ideología violenta y misógina de la ‘Cruzada’ del nacionalcatolicismo”.
“En el film se puede ver cómo la represión desatada a partir del mismo momento del golpe de estado del 36 se cierne alrededor de la mujer, de una manera regular y sistemática, para desparramar el miedo, el terror desde la propia familia, al conjunto de la sociedad”, explicaba luego el realizador nacido en Argentina y emigrado hace más de quince años a Galicia. “Hay que entender que las mujeres, por el lugar que las fuerzas reaccionarias querían que ocuparan en la sociedad, fueron objetivo privilegiado de su accionar represivo”, añadía Leira.
El realizador recurre a los testimonios en primera persona que reflejan la tortura, la humillación, la impotencia y, también, la capacidad de resistir para mantener vivo el legado ético de la democracia republicana. “Es un homenaje a las mujeres al tiempo que una denuncia de esa metodología represiva, que aún tiene sus consecuencias en nuestra sociedad, y que es necesario extirpar”, remataba Finca.
El colectivo Herbas de Plata (nombre que remite la un de los seis poemas gallegos escritos por el poeta Federico García Lorca) surgió de la voluntad de un grupo de gallegas emigradas y descendientes de unirse para trabajar por y para las mujeres no solo de ese colectivo. Fundado el año pasado, forman parte de él mujeres de todas las edades y todas las ideas.