LA ENTREVISTA

“Hay que evitar la sangría de españoles que se van, no abandonar a su suerte a quienes lo hacen y elaborar una nueva política de retorno”

Carmela Silva, secretaria federal de Emigración del PSOE

Carmela Silva, responsable de emigración del Partido Socialista.

Los ajustes en los presupuestos destinados a la ciudadanía en el exterior, la nueva emigración y la reforma de la Ley Electoral son sus principales inquietudes.

-¿Cuáles son los objetivos del Partido Socialista en materia de emigración para el año 2014?

-En primer lugar una defensa a ultranza de los derechos de los españoles que viven fuera de España. En este sentido estamos muy preocupados por los recortes presupuestarios que en estos dos últimos años se han realizado.

Después, vamos a seguir luchando denodadamente pare intentar conseguir que se reforme la Loreg y que se elimine el voto rogado. Está muy complicado porque el PP no está por la labor, digan lo que digan. Yo he hablado en decenas de ocasiones con el portavoz del PP, con el señor Prada, y no veo que haya espíritu para lograr eliminar el voto rogado. Pero nosotros vamos a seguir en la batalla de que se haga porque fue un error y uno de los valores de la política es acertar pero también es reconocer los errores. Hay que reconocer ese error y hay que modificarlo.

Y también estamos muy, muy preocupados por la nueva emigración. Hablamos, según los datos estadísticos de los estudiosos e investigadores, de que han podido salir ya 700.000 personas y se habla de que a finales de 2014 podemos estar hablando de un millón de personas que se vayan fuera de España a buscar empleo. Y no vemos ninguna política destinada a estos nuevos emigrantes.

-Ha habido mucha polémica en relación a la nueva norma que regula que los españoles desempleados y que hayan agotado todas las prestaciones perderán la asistencia sanitaria a cargo de España cuando estén más de 90 días en el extranjero. ¿Qué puede decir sobre ello?

-Estamos muy preocupados por muchas de las medidas que se están tomando que afectan muy directamente a la nueva emigración, como es que pierdan las prestaciones sanitarias cuando estén 90 días fuera de España. Y, diga lo que diga el Gobierno, la ley no distingue entre inmigrantes que regresan a su país de origen y españoles que emigran. Por ello, si el objetivo del Gobierno era otro, que rectifique y que quede claro en la legislación que aprueba y en lo que se publica en el Boletín Oficial del Estado. Que rectifique y planifique bien qué políticas plantea y a quién se las dirige. Nosotros vamos a centrar ahí toda nuestra actividad política: la defensa de los derechos que creemos que están siendo cuestionados.

-Respecto a la modificación de la Ley Electoral, ¿tienen claro que quieren eliminar el voto rogado por completo?

-Si, nosotros consideramos que hay que eliminar el voto rogado. Porque el derecho de participación es el derecho democrático básico. Así lo contempla la Constitución española y todas las constituciones de todos los países democráticos.

La reforma fue un error. Se consideró que la participación no tenía porqué disminuir y la realidad demuestra que fue una equivocación. La realidad demuestra que haber impuesto el voto rogado ha significado una caída brutal de la participación. Por tanto, si los datos les dicen a ustedes que han cometido un grave error que afecta al derecho de participación, demos marcha atrás.

-¿Quizás el voto electrónico dé solución a los problemas del ejercicio del derecho al sufragio de los españoles residentes en el extranjero?

-Nosotros creemos también que hay que poner en marcha las nuevas tecnologías. Ahora los ciudadanos hacen sus gestiones, bancarias, de todo tipo, a través de internet.

Y es cierto que existen dificultades porque en muchos de los países donde hay que ejercer el voto no tienen los instrumentos. Eso es verdad. Pero tú no puedes que lo particular forme parte de la decisión general. El voto electrónico se puede instaurar en la mayoría de los países donde tenemos emigrantes. Allí donde no sea posible, pues no es posible. Pero en la mayoría lo será. Y por lo tanto nosotros estamos convencidos de que hay que avanzar en eso y que hay que invertir en eso.

-¿Y el voto en urna?

-También creemos que hay que darle una vuelta importante al voto en urna e intentar potenciarlo lo máximo posible. En algunos lugares tendrá más complicaciones por las enormes distancias que hay pero, oiga, vamos a ponerlo en marcha allí donde sea posible y donde no sea posible o hay más dificultades pues estudiemos posibilidades para favorecerlo. Creemos que hay que ponerse muy en serio con ese derecho de participación que es básico.

-¿Han pensado de qué manera concreta se podría regular este voto en urna?

-Probablemente primero habría que darle una vuelta a ver si somos capaces de idear un sistema garantista para ampliar los lugares donde la gente pueda ejercer el voto, y que no sea solo en los consulados porque en muchos lugares las distancias son enormes. Desde luego tiene que haber agentes con autoridad para salvaguardar la legalidad de todo el procedimiento y, por supuesto, tiene que haber interventores de los partidos políticos. Eso es fundamental.

Está claro que este sistema tendría un coste, pero es que la democracia cuesta dinero. Y es un sistema político que merece la pena que se invierta y que funcione. A lo mejor habría que enviar funcionarios y que estén ejerciendo como agentes de autoridad y, por supuesto, los interventores. Pero seguro que se pueden ampliar los lugares de votación y que no solamente estén en los consulados.

Al menos sentémonos a hablar de estos temas concretos. Que no haya una negativa, que no avancemos.

-¿Considera posible que se recupera el voto de los residentes en el extranjero en las elecciones municipales?

-Yo creo que ahí funciona el principio de vecindad. Sé que hay una enorme demanda por parte de los emigrantes de que también se recupere el voto en municipales. Pero creo que el propio Consejo de Estado lo dejó claro. Y así como en otras cuestiones no entró a valorar, en esta sí que dejó claro que es el principio de vecindad el que debe funcionar.

-¿Qué acciones ha programado el PSOE en el exterior de cara a las elecciones al Parlamento europeo del próximo mes de mayo?

-Nosotros tenemos una estructura de partido muy importante establecida hace muchísimo tiempo. De hecho somos el único partido de España que tiene una estructura histórica en el exterior y, por lo tanto, con militantes que viven en el extranjero que tienen una enorme experiencia electoral. Nuestra maquinaria está siempre en marcha. Ahora el PP está trabajando mucho para activar la suya. Nosotros la tenemos siempre dispuesta.

Por otra parte, nosotros hemos hecho durante los últimos dos años muchísima actividad parlamentaria y de defensa de los intereses de los emigrantes. El compromiso político con la defensa de sus derechos es una realidad porque lo hemos venido haciendo estos dos años. Y ahora no tenemos que inventar nada ni hacer promesas faltas de contenido porque ya hemos hecho el contenido. No hay nadie, ningún otro partido político, y lo digo así tajantemente, que haya presentado tantas iniciativas para la defensa de los derechos de los ciudadanos en el exterior.

-¿Hay algún asunto concreto relacionado con la emigración que deba estar presente en estas elecciones?

-Planteamos que desde Europa hay que tener también una política migratoria global. Hoy se están yendo muchos nuevos emigrantes de España, pero ocurre lo mismo en Italia o en Grecia, o en los países del este que forman parte de la UE y Europa también tiene que tener una política migratoria global por la que se garantice y se proteja, por ejemplo, la portabilidad de los derechos. Que los ciudadanos europeos cuando se van de su país en situaciones como las que vivimos hoy de crisis y de desempleo se vayan con su mochila de derechos. Creemos que eso hay que legislarlo desde Europa porque la movilidad, la globalización, obliga a que Europa también piense en esas personas que se mueven normalmente por causas económicas y no puede mirar para otro lado.

-¿Cómo pretende el PSOE facilitar el acceso a la nacionalidad española a aquellos descendientes de emigrantes que quedaron fuera de la Ley de Memoria Histórica?

-Hemos presentado una proposición no de ley en la Comisión Constitucional firmada por mí y por Ramón Jáuregui, que es nuestro portavoz en esa Comisión, en la que solicitamos que el Gobierno revise la normativa actual y que la amplíe porque es cierto que han quedado algunos casos fuera de la posibilidad de solicitar la nacionalidad y nos parece que tiene toda la lógica reconocerlos. Cuando se aprobó la ley se hizo un enorme esfuerzo pero es cierto que algunos casos quedaron fuera y no parece que tenga sentido que sea así. Y nosotros, que promovimos los avances cuando gobernábamos aprobando esta ley y ahora tenemos toda la ética, toda la moral, estamos llenos de argumentos para decir que consideramos que hay otros casos que hay que incorporar.

Yo espero que en este caso el Partido Popular lo apoye. Les pido que lo hagan porque, entre otras cosas, no hay ningún coste económico ni de ningún tipo que lo impida. Es voluntad política.

-Ahora mismo se habla mucho de la nueva emigración. ¿Qué valoración hace la salida al extranjero de los jóvenes y de las políticas que se deban acometer hacia esta nueva emigración?

-En primer lugar habría que señalar, y no porque lo diga el PSOE o Carmela Silva, sino porque lo dicen los propios emigrantes, que no se van sino que los echan las circunstancias: la crisis, el desempleo y las pocas posibilidades, a día de hoy, de que en un futuro inmediato esas posibilidades de iniciar un proyecto de vida con autonomía se pueda convertir en realidad.

Y partiendo de ahí yo creo que hay tres grandes objetivos a cumplir. Primero, evitar que se vayan y para eso hay que reforzar las políticas de empleo y definir cómo queremos que sea nuestro modelo productivo, es decir, qué tipo de empleos queremos tener.

Como a día de hoy, con el enorme desempleo que tenemos, con el escaso crecimiento económico que tiene todavía nuestro país, esto no va a ser una realidad a corto plazo y se van a seguir yendo. Por eso hay que tener servicios en el exterior para atender a estas personas, que tienen nombres y apellidos, son españolas y españoles, y no los podemos dejar abandonados al albur y a lo que pueda ocurrirles.

Y por último, hay que empezar ya a elaborar una política de retorno muy seria. Porque quienes se van ahora, en estas nuevas circunstancias, tienen que tener una política de retorno propia y hay que comenzar a elaborarla ya. Por ejemplo, hay que darle una vuelta a todos y cada uno de los derechos que están establecidos en nuestro país para los españoles para que cuando retornen se les puedan devolver con todas las garantías, con rapidez. Y en esa nueva política de retorno hay que incluir a las personas altamente cualificadas que están trabajando en el extranjero y que queremos que regresen a España.

-¿Considera que quienes deseen marcharse tienen poca información?

-Los jóvenes, y no tan jóvenes, que se están marchando demandan información, primero del país al que se dirigen y desde el Gobierno de España habría que hacer una campaña para facilitársela.

Pero además, en muchas ocasiones salen y logran un empleo muy por debajo de su formación. Por lo tanto nosotros tenemos que prestar servicios para poder mejorar su empleabilidad, incluso en el exterior. Desde luego hay que tener una estructura de formación que facilite una mejor integración y también una mejor capacidad de empleo.

Son muchísimas las estructuras que el Gobierno tiene que poner a disposición de esos nuevos emigrantes.

-¿Y qué papel juegan las organizaciones de emigrantes ya establecidas en el extranjero para facilitar la atención de esta nueva emigración?

-Una de las partidas que más redujo el Gobierno en los dos presupuestos que ha aprobado es la de ayudas las organizaciones de emigrantes. Nosotros creemos que es un gravísimo error, porque hay que potenciar a las organizaciones de ciudadanos es en sí mismo positivo y es potenciar la democracia.

Y al lado de eso, en este momento hay que hacerlo además porque pueden prestar un servicio muy importante a estos nuevos emigrantes, de información, de atención, de acogida. Hoy más que nunca esas organizaciones deberían tener la capacidad de poder prestar servicios a sus conciudadanos y creo que es un gravísimo error haber retirado esas partidas y haberlas disminuido de tal forma.