A finales del mes de octubre, Avelino García Melle fue designado como delegado de la Xunta de Galicia ante la Fundación Galicia Saúde. El presidente del Partido Popular en Argentina, que ocupa en el Centro Gallego la misma oficina en la que trabajó durante el último Gobierno de Manuel Fraga, cuando se desempeñaba como delegado de la Xunta en Buenos Aires (la misma función que hoy cumple Alejandro López Dobarro, aunque ahora de manera oficial), acusó a la agrupación Unión Gallega y al PSOE de tratar de generar confusión entre los socios del Centro Gallego al señalar que la gerencia del hospital es en realidad una privatización.
“Todo lo que están diciendo no tiene mayor sentido. Lo que hizo la Xunta fue acordar con una empresa para profesionalizar la gestión del hospital, ya que está demostrado que con la gente que está acá no podemos hacer ningún control exacto de cómo debe funcionar una institución sanitaria como ésta”, afirmó, y acusó a Unión Gallega de politizar la cuestión bajo el auspicio del PSOE y emitir comunicados “humillantes” para el Gobierno gallego y para el secretario xeral de Emigración, Santiago Camba.
“Es muy lamentable que gente que lleva muchos años trabajando aquí humille a Camba, que pudo haberse equivocado en la primera reunión que tuvo en Buenos Aires, pero que fue el verdadero inspirador para que este acuerdo existiera, ya que él se arriesgó a retornar a los pocos días para tratar de solucionar la situación y de allí salió el acuerdo, que es un regalo que la Xunta le está haciendo al Centro Gallego”, añadió.
Para García Melle, la única posibilidad de salvación que tiene la institución es profesionalizando la gestión del hospital a través del Grupo Recoletas. “Hoy el Centro Gallego está trabajando a pleno y sigue teniendo un déficit tremendo que es imposible sostener, con un promedio de 700 a 800 mil pesos mensuales de perdida (alrededor de 150 mil euros). Es por ese motivo que la Xunta presentó un proyecto con una empresa que lo único que hará es gestionar el tema sanitario, pero que no va a tener nada que ver con la parte económica del Centro Gallego, que seguirá siendo manejado por el representante de la Fundación Galicia Saúde en Argentina, Jorge Herreros”, recalcó.
En la misma tónica, alegó no entender la posición de Unión Gallega. “Yo les preguntaría cuál sería la solución que tienen ellos, ya que no ofrecen ninguna alternativa cuando cada día que pasa la situación es más caótica y el patrimonio del Centro Gallego está cada vez más deteriorado, con una deuda que ya supera los 13 millones de euros”, señaló.
Y además, culpó a la agrupación que preside Jorge Núñez de haber difundido entre la prensa la documentación que la conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, había entregado a los miembros de la Fundación en la reunión del Patronato que tuvo lugar el 23 de octubre. “Eso cayó muy mal en la Xunta, porque no hay que olvidarse que están tratando con un Gobierno elegido por el pueblo; mientras que no se firme el contrato de lo que se va a realizar no se puede estar ventilando información en algunos medios que están influenciados, inclusive, por la izquierda de este país”, señaló, en obvia referencia al portal xornal.com [nota de la redacción: que pertenece a la empresa gallega editora del diario Xornal de Galicia], “para engañar al socio del Centro Gallego y a la colectividad en general al hacerles creer que iba a ser privatizado, y eso no es real por más que lo sigan diciendo”.
Sobre la ausencia de representantes de Unión Gallega en la reunión extraordinaria del Patronato que tuvo lugar el pasado 3 de diciembre, en la que se autorizó a Farjas, en su calidad de presidente de Galicia Saúde, a firmar el contrato con el Grupo Recoletas, García Melle estimó que la agrupación cometió un error político histórico. “Se han equivocado, porque allí se hubieran enterado de todo y podían haberse pronunciado si estaban en desacuerdo, pero al no haber ido luego no pueden quejarse de que no tienen información”, subrayó.
Admite errores que ya se han subsanado
El delegado de la Xunta ante la Fundación Galicia Saúde admitió que en la primera reunión en la que se trató el tema, el pasado 23 de octubre, los representantes del Gobierno Gallego se equivocaron al tratar de imponer al Grupo Recoletas como la única parte gerenciadora del hospital. “Creo que la conselleira no estuvo acertada y eso generó el mal humor de mucha gente, pero eso se ha ido corrigiendo y la Xunta demostró que estaba dispuesta a hacer cambios muy grandes en el proyecto original. Por ejemplo, según el proyecto original Recoletas iba a manejar todo, y ahora se decidió que el representante legal de la Fundación seguirá siendo el doctor Herreros, quien continuará supervisando el dinero del hospital. Esto fue ratificado en la última reunión del Patronato, en la que todas las partes que concurrieron han dicho que los avances han sido muy positivos, lo que deja a Unión Gallega sin argumentos”, afirmó.
Además, calificó al Grupo Recoletas como “una empresa muy seria y muy conocida en España”, y justificó tal elección en los conocimientos en materia sanitaria que tiene el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, “que no es ningún improvisado en estos temas y seguramente está convencido de que esta empresa es la mejor opción para responder a las necesidades del Centro Gallego, que tiene una gran desorganización interna y si estuviera asentado en España ya hubiera entrado en proceso de quiebra”.
Cabe recordar que el actual presidente de la Xunta formó parte de la Consellería de Sanidade desde 1992 a 1996, años en los que ejerció el cargo de vicepresidente y secretario xeral del Servizo Galego de Saúde. Posteriormente, en 1996 y hasta el año 2000, ocupó los cargos de secretario general de Asistencia Sanitaria en el Ministerio de Sanidad y Consumo y fue presidente del Insalud.
Críticas al bipartito por la deuda y un mensaje de optimismo
Por otra parte, García Melle afirmó que durante la gestión del Gobierno bipartito que encabezó Emilio Pérez Touriño “se quiso hacer un vaciamiento del Centro Gallego dejando una deuda inmensa, pero el triunfo del PP en Galicia truncó esta movida”. Finalmente, envió a través de España Exterior un mensaje de optimismo para todos los socios del Centro Gallego: “Que tengan confianza, porque la Xunta está convencida de que ésta es la alternativa más beneficiosa para el hospital y para los asociados, quienes eran el último orejón del tarro porque se estaba privilegiando a los pacientes provenientes de las obras sociales, pero a partir de ahora tendrán la atención prioritaria”.