Galicia quiere estrechar las relaciones comerciales con la República del Uruguay

Feijóo se reunió con el embajador en España, Carlos Pita

Roberto Varela, Carlos Pita y Alberto Núñez Feijóo.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se reunió, el martes 3 de abril, con el embajador de la República del Uruguay en España, Carlos Pita, para analizar la posibilidad de estrechar relaciones económicas con este país a través de sectores clave como el naval, las energías renovables o las infraestructuras. Al encuentro también asistió el embajador de España en Uruguay, Roberto Varela.

Alberto Núñez Feijóo y Carlos Pita destacaron las oportunidades que se pueden abrir en el sector naval en los próximos años, un sector estratégico para este país debido a la necesidad de renovación de las barcazas que actualmente prestan servicios de transporte. En el contexto del Mercosur, Uruguay tiene una situación de privilegio para abastecer las necesidades de construcción naval.

En este campo, Feijóo recordó que, desde 2009, Aclunaga (Asociación Clúster del Naval Gallego) trabaja con el Clúster Naval de Uruguay en materia de asesoramiento, para la constitución del Clúster del Naval de Uruguay. En este sentido, se trabajará para seguir impulsando misiones comerciales directas e inversas con empresas uruguayas y gallegas.

En relación con las energías renovables, Feijóo constató con el embajador que el Gobierno de la República del Uruguay está impulsando un Plan de Desarrollo Estratégico destinado a la incorporación de nuevas fuentes de energía renovable para 2015 -tales como la eólica, la biomasa y la hidráulica-, con el objetivo de ocupar el primer puesto en América en porcentaje de energías renovables no tradicionales sobre el total generado.

Después de destacar que en los últimos tres años las relaciones comerciales entre Galicia y Uruguay se intensificaron de forma muy notable, produciéndose un incremento de las exportaciones y las importaciones; el presidente del Gobierno gallego subrayó la importancia de establecer alianzas estratégicas con países emergentes como Uruguay para paliar los efectos de la dificilísima situación española y para apoyar en la internacionalización la recuperación de la economía gallega.

Con un crecimiento medio del 6,5% durante el período 2005-2010, el desarrollo económico del país en los últimos años superó las expectativas, permitiéndole consolidar las mejoras estructurales logradas después de la crisis del 2002.