28-F Día de Andalucía

Fuensanta Coves resalta que la emigración ha desmontado "tópicos interesados"

Mensaje institucional de la presidenta del Parlamento autonómico a los andaluces en el exterior

Fuensanta Coves. ELISA ARROYO

Treinta años después, celebramos, una vez más, el 28 de Febrero, con la satisfacción de ver el espectacular desarrollo que se ha producido en Andalucía, pero con el compromiso de seguir en el empeño por superar los problemas aún pendientes. Es, por lo tanto, un buen momento para hacer una reflexión sobre el presente y el futuro.

En estos treinta años el mundo ha cambiado radicalmente. Nosotros, no ajenos a este cambio vivimos en un espacio vital completamente diferente. España era un país aislado y hoy preside la Unión Europea dentro de la más absoluta normalidad. Andalucía, por su parte y gracias al autogobierno, ha salido de su subdesarrollo y escala posiciones entre las regiones europeas, siendo incluso referente en algunos ámbitos.

Pero también y como en otros muchos países, la graves crisis económica que en la actualidad convulsiona al mundo se siente en nuestra tierra. Por eso, es ahora cuando todas las instituciones y la sociedad en su conjunto deben apretar filas para dar respuestas a los problemas que sufren lo más débiles. La unidad de todos, tal como nos enseñó el pueblo andaluz, ahora hace 30 años, será decisiva para superar este reto y afrontar el futuro con garantías.

Andalucía es una tarea de todos. A pesar de las dificultades del momento, tenemos que revalidar nuestra confianza en un proyecto por el que debemos dar lo mejor de nosotros mismos. El 28 de Febrero es una fecha que también debe servirnos de referente para pensar que, si hace treinta años fuimos capaces de superar un sino que parecía instalado sobre esta tierra, por qué ahora, mejor preparados, no podemos volver a conquistar el futuro.

Vosotros que tuvisteis que marcharos para trabajar y progresar sabéis, mejor que nadie, lo que son las adversidades. Con vuestro esfuerzo habéis demostrado, a modo de grandes embajadores, que el andaluz es un pueblo laborioso. Habéis, también, contribuido a desmontar los interesados tópicos que sobre Andalucía y los andaluces se han vertido. Estos son algunos de los argumentos que deben servirnos para retomar el espíritu del 28 de Febrero de 1980, en el convencimiento de que vamos a superar los problemas y volver a la senda del dinamismo y crecimiento anterior a la crisis.

Antes de finalizar, quiero transmitiros que el Parlamento de Andalucía siempre tendrá abiertas sus puertas para vosotros. Esta es vuestra casa. Y desde aquí seguiremos trabajando para que esta tierra sea un lugar más prospero, justo y solidario. A esta tarea os invito, segura de que en vuestro espíritu sigue latiendo el orgullo de ser andaluces.