Al menos, así lo entiende el departamento que dirige Magdalena Álvarez, que encargará dos proyectos para llevar a la práctica este tramo de la A-8, uno entre Llanes y Buelna y otro desde esta última localidad hasta Unquera.
Lo habitual es que esta fase de la tramitación -licitación del proyecto de obra, redacción y licitación de obras- se prolongue por un periodo de entre 20 y 24 meses. Con la medida por la que ha optado el Ministerio de Fomento este plazo podría reducirse incluso a diez meses, según mantienen los responsables del proyecto.
Más de 22 kilómetros
El desarrollo por separado de los dos subtramos favorecerá también que el Unquera-Llanes, una vez comiencen las obras, pueda entrar en servicio en un plazo menor al que tendría que transcurrir si se licitaran los 22,2 kilómetros en un sólo bloque, según fuentes ministeriales. De esta forma, se podrá contratar a dos empresas para que realicen al tiempo cada uno de los dos subtramos.
De hecho, la política del Ministerio es no licitar tramos de autovía en el Norte de España con una longitud superior a los 13 kilómetros debido a la complejidad que supone su desarrollo.
En función de estos parámetros, la Administración prevé que la duración de las obras de construcción del Unquera-Llanes en su conjunto sea mucho menor. En concreto, "sería posible acortar los tiempos de realización de este tramo casi a la mitad". El punto de corte elegido por el ministerio -la localidad llanisca de Buelna- se encuentra aproximadamente en el centro del trazado, con lo que quedarán dos subtramos de longitudes similares.