Reunió en su sede social a socios y amigos de las otras instituciones canarias del interior: Buscando Raíces de Tala y Colectividad Canaria del Departamento de Maldonado con sede en San Carlos.
La presidenta, Maestra Ivonne Montañés, recibió con cálidas palabras a los presentes y solicitó un minuto de silencio en recuerdo de la amiga y gran colaboradora recientemente fallecida Mirta González Díaz.
Se inició el Acto Institucional con la ejecución de los tres himnos: Nacional de Uruguay, Marcha Real de España e Himno a Canarias, éste último en grabación de la Orquesta Sinfónica de Gran Canaria con acompañamiento de coro y entonado por los presentes.
Los tres pabellones se vieron engalanados con la presencia de cuatro niños luciendo trajes canarios, dos de ellos recién llegados de Tenerife, donde residen.La presidenta hizo referencia a las tres conmemoraciones y al esfuerzo y renunciación que cada concreción significó. A continuación anunció la puesta en escena de tres Cantos de Trabajo: Cogiendo higos, Canto de la molinera y Canto de arada o del güeyero, explicando su origen y la función que cumplían. El primero de ellos, originario de la isla de El Hierro, fue presentado hace unos años en la Televisión Española por el matrimonio de don Juan Pérez Hernández y doña María León, autores de la letra, que originó la risa de los presentes por la picardía de las coplas. La representación estuvo a cargo de Ivonne Montañés, que vestía traje de maga lanzaroteño, y por Luis María Montañés, con la clásica faja y el cachorro canario.
A continuación y precedida por una proyección de la molienda en la historia de Canarias, Ivis Mendieta cantó a capella el Canto de la molinera, vistiendo traje campesino de Lanzarote. Finalizado el canto y al proyectarse la foto del señero Molino Velázquez de Maldonado , Luis María Montañés recitó dos poemas de autores fernandinos, en referencia al pasado y al presente de ese monumento histórico.
Finalmente, también a capella, Ivis Mendieta entonó el Canto de la arada, acompañando con silbidos y en la percusión el sonido de un cencerro.
Los presentes, que colmaron el salón, degustaron un almuerzo canario, donde no faltó el potaje de berros ni estuvieron ausentes las papas arrugadas y los tradicionales mojos, como también el exquisito quesillo y la natilla de postre. Todo ello, regado con sangría y buen vino.
Los asistentes agradecieron a los directivos el grato encuentro.