Esta obra presenta a la gente con la que convivió en Tenerife: personas anónimas, sencillas, familiares o personajes relevantes de la vida cultural. Los espacios y la gente que determinaron la educación sentimental del autor en su infancia y juventud aparecen en este viaje por el recuerdo desde la mirada del niño espía que fue y la del adulto que ahora escribe.
Aunque su obra se desarrolle en Canarias, Fernando Delgado señala que todo lo que escribe lo hace para que tenga vocación universal y aunque “no aspiro a que este libro sea leído más allá de Fuerteventura”, afirma que todas las obras e historias que cuenta pretenden tener universalidad.
«En mi obra no hay ajustes de cuentas con el pasado, la época en la que viví en Tenerife lo pasé muy bien, y pese a que mi familia era muy humilde, nunca me faltó el cariño. Además, tuve la suerte de rodearme de un rico ambiente cultural”, señaló Delgado. El escritor tinerfeño añadió además que “si me fui de las Islas es porque tenía nuevos proyectos y quería ver nuevos paisajes. Sólo puedo darle las gracias a Canarias y a sus personas, de las que hablo mucho en el libro, más que de mí mismo”.