Y lo hizo a lo grande, ante el heptacampeón del mundo, el alemán Michael Schumacher, a quien adelantó en una arriesgada maniobra, a la salida de boxes, y al que mantuvo por detrás durante las casi 20 vueltas que restaban. El vigente campeón mostró sus galones.
El piloto asturiano demostró su valía desde el principio del campeonato y dejó bien claras sus intenciones de revalidar el título. Alonso se impuso en el gran premio de Bahrein, por delante de Schumacher y del finlandés Kimi Raikkonen.
En la parrilla de salida, el español ocupaba el cuarto lugar pero tras ponerse el semáforo en verde adelantó a dos pilotos en una maniobra extraordinaria y se colocó por detrás de Michael Schumacher, pese a los esfuerzos del compañero de éste en Ferrari, el brasileño Felipe Massa. La labor de equipo no obtuvo resultados y Alonso ocupó el segundo lugar de la prueba durante la gran mayoría de la carrera.
Sólo tuvo un susto, aunque fue de considerables dimensiones. Massa hizo un trompo al final de una recta y se cruzó por delante del asturiano, que logró esquivarlo de milagro, clavando frenos. Fue en el primer tercio del gran premio.
Casi todos los pilotos, como era previsible, pararon dos veces en boxes a repostar y cambiar neumáticos, salvo el subcampeón del mundo, Raikkonen, que partía de la última fila de la parrilla, y que finalizó en tercer lugar, tras un carrerón impresionante en el que arriesgó, con una sola entrada en boxes.
La clave de la carrera
Tras un primer repostaje que no deparó ninguna novedad, la segunda entrada en boxes fue decisiva. Schumacher lo hizo primero y perdió unos segundos definitivos frente a Alonso. El asturiano entró un par de vueltas después y volvió a la pista justo cuando el alemán llegaba al final de la recta de meta. Ambos coincidieron en la curva y el español ganó la parte interior y rebasó al siete veces campeón del mundo, colocándose en una primera plaza que ya no perdería en las menos de 20 vueltas que quedaban.
Comenzó entonces una pugna en la que los pilotos doblados parecía que podían marcar el devenir de la carrera, pero Fernando Alonso mantuvo la cabeza fría y negoció la situación con una madurez y un saber estar impropios de un joven de 24 años, pese a ser el campeón vigente.
Tanto el español de Renault como el alemán de Ferrari clavaban sus tiempos y las diferencias se mantenían hasta que a falta de cinco vueltas, Schumacher pensó que había llegado su momento.
Estaba a menos de un segundo de Alonso y se lanzó a por él. El asturiano aguantó y le cerró el paso a final de recta. Fernando salió primero de la curva y Michael perdió el tiempo suficiente en la maniobra como para asegurar el triunfo del piloto de Oviedo. Primera carrera y primera victoria del campeón español, en una temporada que se presenta muy emocionante e igualada.