El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se mostró partidario de entender las demandas de la sociedad como “estímulos y no como amenazas, reivindicó la democracia, el autogobierno y la autonomía. “Sin una sana rebeldía que los impulse, el autogobierno y la democracia corren el riesgo de anquilosarse y perder su eficacia”, sentenció Feijóo en la entrega de las Medallas de Galicia al Instituto da Lingua Galega y al profesor e investigador Ángel Carracedo.
Por primera vez el acto de entrega de las Medallas de Galicia se celebró en las instalaciones de la Ciudad de la Cultura de Galicia, en concreto en la explanada exterior. Allí se reunieron cientos de personas entre ellas, además del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, y la presidenta del Parlamento de Galicia, Pilar Rojo.En su discurso, Núñez Feijóo destacó en el marco de las actuales reivindicaciones del movimiento juvenil, que la transformación a la democracia se hizo sin traumas, en gran medida porque «todos supimos sentirnos parte de una larga andaina histórica». “Sin democracia, sin autogobierno, Galicia estaría hoy inerme delante de los desafíos. ¿Pero puede perfeccionarse la democracia? ¿Puede mejorarse el autogobierno? Puede y debe. Sin una sana rebeldía que impulse los cambios, el autogobierno y la democracia corren el riego de anquilosarse y perder su eficacia” afirmó. “Tampoco la democracia puede asistir pasiva a las transformaciones que se producen a su alrrededor. De ahí que las demandas que llegan desde la sociedad no deban ser tratadas como amenazas, sino como estímulos” sentenció.“Seremos un país grande si, en momentos difíciles como éste, nos sentimos parte de esa tierra grandiosa que agrupa los que fueron, los que son, y los que serán. Cumpliremos si sabemos perfeccionar, adaptar y mejorar esta democracia y esta autonomía que nos permiten ser una voz potente entre los pueblos libres del mundo” concluyó.Asimismo, Feijóo destacó que “el tamaño de un país nada tiene que ver con su grandeza física. Son los hombres y las mujeres los que desafían la cartografía para ampliar los lindes de su comunidad con su comportamiento,” afirmó Núñez Feijóo. Así destacó el prestigio del catedrático Ángel Carracedo así como el trabajo de Rosario Álvarez al frente del Instituto da Lingua Galega. El presidente del Gobierno gallego destacó la labor llevada a cabo por el profesor Carracedo para situar a Galicia como “una gran potencia mundial” en el campo de la genética clínica y forense. “Gracias a él, el nombre de Galicia es sinónimo de audacia, de vanguardia y de excelencia más allá de nuestras fronteras”, afirmó.Al referirse al galardonado Instituto da Lingua Galega, Núñez Feijóo dijo que nació con la misión de ser “un hilo conductor entre el pasado y el futuro”. Destacó la labor desarrollada por su primer director, Constantino García; por su sucesor, Antón Santamarina, y por la actual directora, Rosario Álvarez Blanco, a los que citó como precursores del gallego moderno.