La convocatoria de las autonómicas para el 25 de septiembre obligó a los partidos políticos a rematar en poco tiempo las listas y los programas.
La cita con las urnas se presenta como una lucha entre el Partido Popular de Galicia (PPdeG) y el resto de formaciones en un solo bloque. Y es que el candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, sabe que seguramente sólo repetirá en el cargo si logra de nuevo la mayoría absoluta, cifrada en Galicia en 38 diputados de los 75 que tiene el Parlamento autonómico. En esta ocasión, la provincia de Lugo pierde un escaño en favor de la de A Coruña, manteniéndose igual las de Pontevedra y Ourense.
En las anteriores elecciones, celebradas el 21 de octubre de 2012, el PP obtuvo 41 diputados, por 18 del Partido dos Socialistas de Galicia (PSdeG), 9 de Alternativa Galega de Esquerda (AGE) y 7 del Bloque Nacionalista Galego (BNG). Y ahora todas las encuestas prevén una amplia victoria de Núñez Feijóo, pero alguna pone en cuestión la mayoría absoluta.
El presidente del PPdeG y de la Xunta recibió el 27 de agosto el respaldo del presidente del Gobierno de España en funciones, Mariano Rajoy, en el tradicional acto de inicio del curso político que este año tuvo lugar en la Carballeira de San Xusto, en el municipio pontevedrés de Cotobade. Rajoy aseguró que los gallegos tienen que elegir entre “Feijóo o un cuatripartito inestable”, en referencia a un posible pacto del resto de partidos (PSdeG, Podemos y la antigua AGE que se presentan como En Marea y el BNG).
Alberto Núñez Feijóo se ofreció como un aval de garantía y estabilidad, “con una gestión sin pufos y un Gobierno sin peleas”. Y explicó que en esta convocatoria, los gallegos deben decidir si “Galicia sigue junta o empieza a estar revuelta”, presentando al PP como el único partido “unido en Galicia y a Galicia”.
Como ejemplo de estabilidad, el PP concurre con unas listas en las que están todos los conselleiros de la Xunta y una gran cantidad de altos cargos, pese a la renovación de un 58% de candidatos.