Feijóo garantiza el apoyo al relevo generacional en las directivas de las entidades gallegas en el exterior

El presidente de Galicia se reunió con los jóvenes y fue homenajeado por las instituciones españolas en Uruguay

El presidente de la Xunta con los jóvenes gallegos en Montevideo.
Feijóo continuó hablando con los jóvenes tras la reunión.
Entregando la ‘compostela’ a uno de los jóvenes.
Feijóo, con la amatista con la forma de Uruguay, Jorge Torres y Rodríguez Miranda.
El presidente de la Xunta recibió el saludo afectuoso de los emigrantes.
Hablando con algunos de los asistentes.

El colectivo español de Uruguay homenajeó al presidente de la Xunta de Galicia en una ceremonia que organizó el domingo 24 de abril la Federación de Instituciones Españolas del Uruguay y la Asociación Amigos del Camino de Santiago. Previamente, Alberto Núñez Feijóo se reunió con una representación de los jóvenes del colectivo gallego quienes le reclamaron más instrumentos, más información y más participación dentro de las instituciones del colectivo gallego en Montevideo. El mandatario gallego les pidió también responsabilidad y los animó a tomar parte de las directivas en lo que calificó como una “revolución” muy necesaria.

Todo estaba previsto para que los jóvenes de la colectividad gallega de Uruguay, en particular los que realizaron un tramo del Camino de Santiago el año pasado al participar en el Programa de Campamentos de la Secretaría Xeral da Emigración, se reunieran con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien estuvo acompañado por el embajador español en Uruguay, Roberto Varela, y el secretario xeral de Emigración, Antonio Rodríguez Miranda.

Feijóo llegó con algo retraso por una protesta sindical en el aeropuerto bonaerense de Ezeiza y tras pedir disculpas a los jóvenes, que en un número cercano al centenar colmaron la barbacoa del Centro Gallego de Carrasco convertida en sala de reuniones, les manifestó el interés que tenía en mantener “este encuentro con el futuro próximo de la colectividad de Uruguay”, para inmediatamente pedirles que expresaran sus dudas y preocupaciones que “aquí estamos para responderles todo lo que queráis”.

Poco a poco los jóvenes se fueron soltando y comenzaron a reclamar más instrumentos y más información sobre las acciones a favor del colectivo, tanto las desarrolladas por la Xunta como las que realiza el Gobierno de España.

Los jóvenes fueron más allá y afirmaron que los directivos no les daban participación en las instituciones, así como también que la Unión de Sociedades Gallegas no está haciendo nada por unir a los jóvenes como ocurría en directivas pasadas.

Ante esta ‘revolución’ de la juventud gallega en Uruguay, el presidente de la Xunta se mostró alegremente sorprendido y más cuando Micaela del Centro Pontevedrés le planteó directamente que “tenemos muy poca participación en las decisiones, por eso queríamos saber si la Xunta apoya a los jóvenes”.

Feijóo explicó al casi centenar de jóvenes que “nosotros estamos muy preocupados por el relevo generacional en los centros”, agregando que “se lo hemos planteado a los mayores para que vayan dejando espacio, que creen un sistema o un mecanismo para que se introduzca a los jóvenes en las directivas de los centros”. En este sentido señaló que “estamos observando que afecta en muchos países”.

Sobre la idea de favorecer a los centros que incluyan entre sus directivos a los jóvenes precisó que “hay que saber también que tienen que tomar responsabilidades, no es solamente ir para allí a mandar sino que hay que trabajar”, aseguró.

El mandatario gallego confesó que “la fragmentación es otro problema. Tenemos que apuntar a tener menos centros y más potentes”.

Al culminar la reunión Feijóo confesó a España Exterior que “tengo confianza en los jóvenes porque les veo comprometidos” y añadió que “desde la Xunta nosotros queremos apoyar a los jóvenes en sus reivindicaciones y queremos apoyar a los jóvenes que necesitan y les corresponde más presencia en los centros, más presencia en las directivas. Eso sí, en consecuencia tendrán mayor responsabilidad y mayor trabajo, porque tener más presencia está bien, pero esa corresponsabilidad conlleva obligaciones y trabajo”.

Por último el mandatario gallego les animó a no olvidarse nunca de su origen.

Homenaje del colectivo español

La segunda actividad del primer día de visita del presidente Feijóo a Montevideo se realizó en el salón principal del polideportivo del Centro Gallego donde, sobre un escenario, ocuparon la mesa la secretaria de la Asociación Amigos del Camino de Santiago (AACS), el embajador español Roberto Varela, el propio presidente Feijóo, el titular de la Federación de Instituciones Españolas del Uruguay, de la AACS y también presidente del Centro Gallego, Jorge Torres Cantalapiedra, y el secretario xeral da Emigración, Antonio Rodríguez Miranda.

Entre el público que casi colmó la sala, se encontraba también el delegado de la Xunta, Alejandro López Dobarro, el cuerpo diplomático español en Uruguay, los directivos de todas las instituciones gallegas y varios de otras regiones españolas que integran la Federación, así como también los jóvenes que recorrieron un tramo del Camino de Santiago el año pasado -que recibieron las ‘compostelanas’- y sus familiares, y emigrantes que se acercaron en una jornada de domingo otoñal.

Luego se celebró el homenaje al presidente Núñez Feijóo, que organizaron la Federación de Instituciones Españolas y la Asociación de Amigos del Camino de Santiago, donde se le entregó un mapa de Uruguay confeccionado en piedra amatista, que se extrae en el norte del país.

El presidente de la FIEU y de la AACS, Jorge Torres, aseguró que es simbólico este mapa porque “nosotros tenemos el orgullo de vivir en esta tierra que nos acogió a todos” señalando que “este contorno es el que nos identifica” augurando que “perdure esta relación porque se trata del primer presidente de una autonomía que visita la Federación, así que deseamos que se sigan repitiendo estas visitas”.

Luego fue el embajador español, el pontevedrés Roberto Varela, quién aseguró que “en la persona del presidente Núñez Feijóo le estamos haciendo un homenaje a todos los gallegos que emigraron recibiendo la llamada del territorio oriental, muchos de los cuales hoy están aquí”. También destacó que los emigrantes gallegos y españoles supieron ganarse el respeto en las sociedades de acogida de toda Iberoamérica.

Varela puntualizó que “también se trata de un homenaje a las instituciones en general y a las gallegas en particular que continúan con la senda de la cooperación, del trabajo común y yo también me uno al presidente para pedir su unidad y así preservar sus raíces”.

Mientras tanto, Feijóo destacó que “en porcentaje la colectividad uruguaya es importantísima ya que hay cuarenta mil gallegos en un país donde hay poco más de tres millones de habitantes”.

Además de agradecer a todas las instituciones españolas que le hicieron este homenaje, que interpreta que es un homenaje al “presidente de la Xunta de Galicia”, lo hizo extensivo también a todo el pueblo gallego “que tiene algo menos de tres millones que viven en las cuatro provincias, pero que somos muchos más viviendo fuera de ellas”.

Afirmó que “soy uno más de ustedes, que he tenido la suerte de presidir la Xunta de Galicia” y, aunque garantizó que “esta piedra contorno de Uruguay estará en mi despacho”, destacó que “me llevo el cariño de las personas que no te conocen pero simplemente comparten contigo ese sentimiento de galleguidad que se expande desde Europa a América. Es un sentimiento que no entiende de mares, de océanos, de kilómetros ni millas; es un sentimiento que la gente lo lleva desde que nace hasta que se va, y ese sentimiento es lo que une a las personas”.

Volvió a defender que hay que conocer de dónde venimos “porque probablemente en los orígenes están muchas de las respuestas a las preguntas que nos hacemos todos los días. Es muy importante saber que nuestro pueblo gallego es un pueblo trabajador y un pueblo donde los valores de seriedad y de humildad, son dos valores permanentes. Y al final las personas se identifican por sus valores, y no por el patrimonio que tienen”.

Ante los directivos de las entidades hizo público la petición que pocas horas antes le hicieron los jóvenes. Feijóo pidió que “el pueblo gallego no desaparezca de este país”, puntualizando que “ahora los testigos, los relevos, hay que darlos para garantizar la supervivencia de estos centros”, cumpliendo así con la palabra empeñada y despertando conciencia entre los directivos y también la juventud que juntos estaban compartiendo el acto.

Finalmente el presidente de la Xunta reconoció con sorna que al resto de los españoles solo les falta ser gallegos, porque “los gallegos tenemos un idioma que ha perdurado 21 siglos”, que “la globalización se ha hecha con los gallegos que estamos en todo el mundo” y “hemos sido precursores desde el siglo IX de la Unión Europea con el Camino de Santiago”.

Luego de la ceremonia, siete paelleras gigantes estaban aguardando por los asistentes en el gimnasio cerrado del polideportivo, donde los emigrantes pudieron compartir amenas charlas con el presidente gallego, preguntarle y hacerle propuestas, así como también hacerse algún ‘selfie’ junto a él.