Feijóo destaca que la emigración gallega comparte con Fray Rosendo Salvado la capacidad para «combinar identidades» y lograr el «enraizamento» en los países de acogida

El presidente de la Xunta clausuró el simposio 'De la civilización a la cultura. Rosendo Salvado y el mundo aborigen', organizado por el Consello da Cultura Galega

Feijóo clausuró el seminario internacional sobre Fray Rosendo Salvado.

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, se refirió al paralelismo existente entre la figura de Fray Rosendo Salvado y la emigración gallega, dada la capacidad de ambos para combinar identidades y lograr el enraizamiento en los países de acogida.

“En cada uno de nuestros emigrantes hay una personalidad semejante a la de quien llevó nuestra cultura a las antípodas y supo recoger allí la cultura autóctona”, señaló el mandatario autonómico durante el acto de clausura del simposio ‘De la civilización a la cultura. Rosendo Salvado y el mundo aborigen’, organizado por el Consello da Cultura Galega con motivo del segundo centenario de su nacimiento.

En su intervención, el titular de la Xunta incidió en que los gallegos tienen la característica “primordial de no estar en un sitio, sino de ser de ese sitio”. “El gallego se identifica con el pueblo que lo acoge, se hace uno más, se impregna de su idiosincrasia, como hizo Fray Rosendo con los aborígenes”, produciéndose un proceso de enseñanza “y aprendizaje” y «de intercambio»  del que sale, dijo, “una cultura nueva felizmente mestiza”.

“Podemos afirmar, de manera análoga, que la emigración gallega conseguirá siempre un enraizamiento en los países de la diáspora que pocas consiguieron”, subrayó Feijóo, destacando que los gallegos exhiben “una capacidad asombrosa para combinar identidades” y para “ser de aquí sin dejar de ser de allá; y ser de allá sin dejar de ser de aquí”.

Sinónimo de lucha, de entrega, de sacrificio, de tolerancia y de comprensión 

Feijóo calificó a Fray Rosendo Salvado como un “adelantado de esa globalización que aún está por venir”, una globalización económica que, afirmó, estará incompleta mientras no haya otra de valores compartidos.

Fray Rosendo -religioso, literato, músico, pedagogo y biólogo-, “nos devuelve la idea del humanista” ya que casi nada escapaba a su anhelo de saber, explicó Feijóo argumentando que cada manifestación de la civilización indígena era estudiada, cultivada y admirada por él pero, a pesar de eso, los aborigenes no veían en Fray Rosendo un intruso sospechoso, sino alguien que se empeñaba en compartir.

“Ese fue su gran proyecto de vida”, aseguró el presidente de la Xunta, recordando que Fray Rosendo defendió su proyecto, tanto en lugares inhóspitos como en las antesalas del poder civil y eclesiástico, donde no siempre eran entendidas sus preocupaciones: “Cuando tuvo que ser político en defensa de los suyos, lo fue; cuando tuvo que vestirse de mendigo para conmover a sus interlocutores, no dudó en hacerlo”, aseveró.

El presidente de la Xunta finalizó su intervención subrayando que Fray Rosendo trajo a Galicia “el orgullo de saber que un compatriota nuestro, armado con el arma favorita de los gallegos que es la palabra, se convirtió en un mito en tierras muy lejanas”. “Tanto aquí como allá, Fray Rosendo es sinónimo de lucha, de entrega, de sacrificio, de tolerancia y comprensión; logró lo que otros nunca lograron con la fuerza. Su inmenso poder se basó en escuchar y hablar. Creo que ese es el inmenso arsenal que seguimos teniendo los gallegos”, concluyó.