En cuanto al Plan integral de emigración al que se refirió Feijóo, lo expuso el secretario xeral de Emigración, Santiago Camba, días antes en la Comisión Delegada del Consello. En su intervención en el Pleno, Feijóo abogó por mirar hacia adelante y “preguntarnos cómo hacer más fuerte el vínculo que nos une a nuestras Comunidad y el puente que une las dos orillas del Atlántico”. En este sentido, afirmó que la primera tarea es darle “coherencia, continuidad y compromiso” a la acción de la Xunta, ya que “si existe una Galicia global que nos agrupa a los de allá y a los de aquí, tiene que existir -reiteró- una política global que incluya derechos y deberes”.
Además, el mandatario gallego aseguró que este Plan lo impulsa “un Gobierno gallego que hizo de la atención a las Comunidades protagonista de sus primeras medidas. Prueba de esto -dijo- es el reconocimiento del derecho a la prestación sanitaria pública para los compatriotas residentes en el exterior, durante sus estancias en Galicia. Prueba de esto es la iniciativa de fomentar y apoyar modelos de atención asistencial eficaces, eficientes y acordes con nuestras posibilidades; y prueba de esto son los esfuerzos nunca agotados de que cada voto de un emigrante sea tan transparente e incuestionable como el de cada gallego del interior”.
El Plan integral 2010-2012 había sido presentado el día 6 de diciembre a los miembros de la Comisión Delegada del Consello de Comunidades Galegas por el secretario xeral de Emigración, Santiago Camba, que les explicó las líneas maestras de esta iniciativa que se centran en la mejora de la atención sanitaria y socioasistencial; la potenciación del Consello de Comunidades y de la Comisión Delegada; el compromiso a favor de los jóvenes; y la agilización en los trámites con la Administración y en los programas de ayudas.
Insta a las uniones de centros
Feijóo pidió, también, un esfuerzo conjunto para que los jóvenes descendientes de gallegos no pierdan esa otra identidad que sus padres y abuelos trajeron de Galicia y ofreció el trabajo y esfuerzo del Ejecutivo gallego “para que las nuevas generaciones vean en la galleguidad algo que les aporta orgullo y al mismo tiempo posibilidades”. Para lograr este objetivo, aseguró que “se vuelve imprescindible unirse, federarse, confederar a los centros entre sí en cada nación. Para ser más fuertes, más útiles, más eficaces y blindar así el futuro de la colectividad en el mundo, para sumar y multiplicar”.
El presidente de la Xunta afirmó que “ese es el trabajo que el Consello tiene que plantear, que los centros gallegos tienen que meditar y que el Gobierno gallego tiene que impulsar”. “Vamos a ver si somos capaces de aquí al año 2012, – que es cuando se celebrará el próximo Consello-. Tres años para meditar, tres años para pensar, para reflexionar e ir agrupándonos, uniéndonos, federándonos y confederándonos para hacer centros más fuertes, más útiles y para que el sentimiento de galleguidad no sea solamente una cuestión identitaria sino también una cuestión útil en los países en los que están asentadas las segundas y las terceras generaciones ya de gallegos”. Feijóo destacó, así, la necesidad de ir pensando ya en los hijos y en los nietos de los gallegos que vinieron por primera vez al resto de los países que los acogieron. “Y tenemos que ir innovando para acreditar que la galleguidad es no sólo un orgullo de pertenencia, sino que es una característica útil desde el punto de vista cultural, económico, empresarial y social”.
Galicia y los gallegos, ejemplo de la globalización
A lo largo de su intervención, el presidente de la Xunta aseguró que Galicia es la prueba de que los miedos a la globalización no tienen fundamento, “ya que, mucho antes de que la globalización apareciese como concepto, ya era una realidad gracias a nuestros emigrantes, que lo primero que hicieron cuando llegaron a América o se esparcieron por la Europa industrial fue ampliar su identidad sin olvidar sus orígenes, ni rechazando la cultura que los acogía. Fueron al mismo tiempo gallegos, españoles, argentinos, brasileños, venezolanos, mexicanos…”.
Para Feijóo, los gallegos son la prueba de que la globalización es posible sin destruir culturas ancestrales que el ser humano lleva dentro. “Galicia fue la fuente de su fortaleza, cada país de acogida fue el lugar en el que obtuvieron el éxito y el reconocimiento social y cada país de acogida se benefició con sus aportaciones, con las que contribuyeron al progreso material e intelectual”.