El pasado 23 de diciembre falleció en Venezuela el emigrante gallego Manuel Martínez García, de 59 años y natural de la localidad de Anllóns, en el municipio coruñés de Ponteceso, a consecuencia del golpe que le propinó un conocido suyo, al que llaman Caco, y a quien el fallecido le dejaba dinero, según publicó el periódico La Voz de Galicia.
Por alguna razón que por ahora se desconoce la relación entre ambas personas acabó en una discusión y en un golpe que le causó la muerte al emigrante gallego. El presunto autor ha sido detenido y está abierta una investigación.
Martínez García llevaba 36 años en Venezuela y rara vez visitaba España. Estaba muy integrado en la localidad donde vivía, próxima a Caracas y era muy conocido y apreciado por la colectividad gallega por su ánimo extrovertido y generoso.
En principio se trataría de un homicidio no premeditado aunque con fines económicos.
Otra versión habla de que el presunto autor era un empleado que había sido despedido o con el que el emigrante tenía algún problema. Manuel Martínez no era un empresario sino un técnico especializado en calderería.