La joven María Teresa Alonso, de 20 años, que resultó herida en la madrugada del 1 de noviembre en la fiesta de Halloween celebrada en el recinto Madrid Arena, falleció el pasado día 29 como consecuencia de las “lesiones cerebrales severas” que padecía tras la avalancha humana que había costado la vida a otras cuatro jóvenes. En la investigación del suceso, se conoció que se superó en un 58,4% el aforo permitido para el evento.