Fallece en Málaga, a los 76 años, el presidente de Honor de la Faceef, Gregorio Jiménez Román

Desde mediados de los años 70 desarrolló una intensa actividad dentro del movimiento asociativo español en Francia

Gregorio Jiménez y Anne Hidalgo en uno de los festivales de la Faceef.

Gregorio Jiménez era melillense de nacimiento y malagueño en el alma, «era para nosotros más que un simple presidente de Honor. Era, sobre todo, un muy entrañable amigo, compañero y camarada, en el que reconocíamos una gran personalidad y un temperamento que le convertían en un personaje de inmensas calidades», indican en un comunicado desde el Consejo Nacional de la Federación.

Se incorporó a las actividades asociativas hacia mediados de los años 70, entrando a militar en la Apfeef de Paris 11, en la que desarrolló las actividades de un militante de base preocupado, ante todo, por la defensa de los derechos generales de los españoles emigrantes que en aquellos momentos representaban varios centenares de miles en Francia. Su motivación también era, y lo siguió siendo toda su vida, la de contribuir a democratizar España, sumida aún en esa época en la dictadura.

Poco después, compaginó su compromiso asociativo con centros tan importantes como son o han sido Iberia Cultura de Paris y la APA Casa de España. En 1984, entró a formar parte del Consejo de Administración de la Faeef, en la que ejerció una actividad importante en el ámbito de las relaciones con las organizaciones de inmigrantes de otras nacionalidades, siendo un animador muy importante del CAIF (Consejo de Asociaciones de Inmigrantes en Francia). Aún hoy, muchos de los dirigentes, marroquís, tunecinos, argelinos, portugueses o de otras nacionalidades lo recuerdan con cariño y admiración.

A finales de los 80 jugó un papel significativo en el proceso de unificación de las federaciones Faeef y Apfeef que concluyó en el Congreso del Chateau de la Valette, noviembre 1991, con el nacimiento de la Faceef, en el que Gregorio Jiménez fue nombrado secretario general.

Gregorio era una persona discreta que huía del afán de protagonismo, lo que no le impedía asumir responsabilidades cuando sus compañeros le empujaban a ello y cuando el sentido de la responsabilidad que poseía también se lo aconsejaba. Fue así como en 1999 encabezó la lista de la Faceef al CRE de Paris, logrando una gran victoria al conseguir 7 de los 11 escaños en juego. Pocos meses después fue elegido Consejero General de la Emigración por Francia. Cargo del que dimitió al ser elegido, en abril de 2001, presidente de la Faceef.

Gregorio Jiménez siempre supo compaginar a la perfección su compromiso y acción asociativa con su militancia política. El sabia, como nadie, que se trataba de dos ámbitos totalmente distintos y separados por una frontera infranqueable. Ello contribuyó a que en el mundo asociativo se le reconociera apertura de espíritu, capacidad de diálogo y aceptación de posiciones diferentes a las suyas.

En 2008, después de cerca de 50 años de emigración accedió a su gran sueño, regresar a su entrañable Arroyo de la Miel. Desgraciadamente la fortuna no le ha deparado la suerte de vivir y disfrutar más que 3 escasos años junto con su compañera Mari Trini y su hija Natalia.