Fallece el primer presidente de la Federación de Sociedades Castellanas y Leonesas de Argentina

Enrique San Martín había llegado al país austral en 1958, con 16 años

Enrique San Martín.

Nacido en Burgos, San Martín emigró a Buenos Aires en 1958, cuando arribó a la capital argentina con tan sólo 16 años para cursar estudios religiosos, los que abandonaría posteriormente para dedicarse a la docencia como profesor de historia de nivel secundario y terciario.
El amor que le profesó a Castilla y León lo llevó a desempeñar numerosos cargos dentro de las instituciones de la colectividad, no sólo en el Centro Burgalés de Buenos Aires, sino también en el Centro Maragato Val San Lorenzo y el Centro Zamorano, del que fue presidente y en donde además de desarrollar una importante labor para acercar a la entidad a las nuevas generaciones de castellanos y leoneses tuvo el honor de recibir en numerosas ocasiones al presidente de la Diputación de Zamora, Fernando Martínez Maíllo.
Su destacada labor lo llevó a ser electo por sus pares como primer presidente de la Federación de Sociedades Castellanas y Leonesas de la República Argentina, entidad fundada el 22 de mayo de 1990 que aglutina a las 16 casas regionales asentadas a lo largo de todo el país.
La actual presidenta de la Federación, Julia Hernando, tuvo la dolorosa responsabilidad de dar a conocer la noticia de su fallecimiento a través de una carta difundida el viernes 2 de agosto en la que recalcó que San Martín “creyó siempre en la importancia de la unión de la comunidad castellana y leonesa y trabajó para su concreción cuando en Argentina todavía tenían mucha fuerza los conceptos provinciales”.
Según explicó, pocos días antes de su muerte lo visitó en su casa para entregarle la medalla de 25 años de socio del Centro Burgalés que no había podido recibir porque se lo impedía su salud: “Encontré a una persona que con calma y paz enfrentaba un desenlace que él conocía perfectamente y pudimos hablar con alegría de los rincones de Castilla y León que lo acompañaron en su juventud”, destacó.
Numerosos directivos de las entidades castellanas y leonesas y de la comunidad marista en la que trabajó durante toda su vida asistieron a la Misa en su honor en la que sus familiares, amigos, colegas y alumnos lo despidieron con afecto y cariño.