ETA comete su primer atentado del año con una bomba en los Juzgados de Bergara sin víctimas

La banda terrorista utilizó en este ataque quince kilogramos de amonitol

La bomba fue colocada a las 23.40 horas de la noche junto a la puerta del edificio, en el interior de dos mochilas, por un joven que cubría su rostro con una capucha, tal y como registraron las cámaras de seguridad, informó el departamento vasco de Interior.
Las mochilas fueron localizadas ocho minutos más tarde por los agentes de una patrulla de la Ertzaintza, que alertaron de la existencia de los objetos sospechosos, tras lo que la Policía Autonómica estableció un cordón de seguridad en la zona. Dos minutos después de la medianoche se recibió una llamada telefónica en el parque de bomberos de Oñati (Guipúzcoa) en la que una voz grabada informó de la próxima explosión del artefacto, aunque la baja calidad del sonido “apenas dejaba entrever” que el estallido iba a producirse a las 00.30, según Interior.
Finalmente el artefacto explotó a las 00.20 horas y causó daños importantes en los Juzgados, sobre todo en la entrada, el techo y un despacho, aunque el resto de dependencias, así como el sistema informático y la calefacción, no se vieron afectadas, por lo que el edificio retomará su actividad en breve, para lo que se habilitó una entrada por la parte trasera del inmueble. La onda expansiva originó daños considerables en las viviendas colindantes, ubicadas en la calle de San Pedro de Bergara, muchas de las cuales sufrieron roturas de cristales y presentaban ventanas desencajadas. La explosión afectó asimismo a varios comercios situados en esta calle, así como a una decena de vehículos aparcados en las inmediaciones. Según han indicado fuentes de la investigación, la bomba contenía 15 kilos de amonitol, un explosivo que ETA empezó a utilizar recientemente y que consiste en una mezcla de amosal y nitrometano. Esta nueva sustancia tiene un alto poder destructivo.