Como toda designación de alto cargo ya es ejecutado y puede empezar a desempeñar sus funciones. Cuando estas líneas salgan a la calle, Porteiro ya estará en Buenos Aires, después de viajar el lunes día 1 de octubre, para recibir a la delegación oficial del Ejecutivo autonómico, encabezada por su presidente Emilio Pérez Touriño que va a inaugurar la Oficina en Argentina el día 6 de este mes. Antes, atendió a España Exterior.
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n ¿Cómo afronta esta nueva responsabilidad tras su nombramiento?
– Muy contenta, siento que es un reconocimiento a una experiencia y a una trayectoria. Lo afronto como un reto magnífico, puesto que además es el campo (la emigración) que con más cariño he tratado. Hay que tener en cuenta que yo me crié en Cuba hasta los trece años.
– Luego siempre ha tenido contacto con la Galicia exterior.
– En Galicia, el PSOE llevó por primera vez a un emigrante en las listas electorales, a Moisés Muñiz de Venezuela, en 1993. Yo era en aquel momento miembro de la dirección del Partido y tuve mucho que ver con aquella decisión porque ya creía mucho en aquel momento que era muy importante tener la voz de los emigrantes aquí. Fue en las autonómicas de 1993, iba por la provincia de Pontevedra. Luego murió, es una triste historia, era un médico muy querido en Caracas, muy joven.
n ¿Y también desde el Congreso de los Diputados, su último cargo de responsabilidad?
– En estos cuatro años he podido trabajar en el Parlamento español en el campo de la política exterior hasta, en este momento, llegar a ser portavoz adjunta y en el Consejo de Europa, donde soy también portavoz de los temas de emigración de mi Grupo -el Socialista- , con lo cual entiendo que he tenido la suerte de poder hacer una trayectoria, que me da un conocimiento, y que unido a mi interés personal por la zona en la que voy a trabajar, es perfecto. Yo creo que para mí es una mezcla ideal para poder hacer un trabajo que me gratifique y en el que yo creo que puedo aportar realmente algo. En mi vida la emigración está tan presente, es algo tan fuerte.
(Ha presentado muchas iniciativas parlamentarias -preguntas orales en el pleno del Congreso, preguntas al Gobierno para respuesta escrita, etc…- como sobre el contenido del Acuerdo firmado con el Gobierno argentino para la prestación de asistencia sanitaria a los españoles residentes en dicho país, las medidas para dar cumplimiento a lo previsto en la Ley del Estatuto de la Ciudadanía Española en el Exterior en materia de medios públicos de comunicación, el tratamiento ofrecido por la programación de Radiotelevisión Española (RTVE) sobre el fenómeno de la emigración española o las novedades más significativas de la programación de Radio Exterior para mejorar el servicio público de comunicación dirigido a la amplia comunidad de residentes españoles fuera de España.)
Siempre que puedo hago algo en este sentido. Luego, en este último año he viajado mucho por América Latina, ya no sólo por el trabajo en el Congreso, sino porque en la Secretaría de Relaciones Internacionales del Partido donde yo colaboro me han enviado en muchas ocasiones, he estado en Brasil varias veces, he estado en Nicaragua, he estado de observadora electoral, y entonces hay un contacto fresco y fluido con todo esto. Y ahora estoy coordinando, junto con Elena Flores, el programa electoral para América Latina.
Por eso, es como una especie de conclusión final, de conclusión para mí muy adecuada para mi trabajo, para poder desarrollar conocimientos que he podido adquirir en este tiempo.
– ¿Cómo se va a enfocar el trabajo de esta Oficina de la Xunta?
– Yo me remito a los decretos de la Xunta de Galicia, de diciembre del año pasado y de mayo de éste, para centrarme en los objetivos que se marcan, que es la atención a los ciudadanos que están allí, tanto para sus situaciones de tipo social, como también y no sólo para el desarrollo de relaciones comerciales, culturales y una labor de representación. Yo tengo la voluntad y así lo haré de representar a todos los gallegos, a todos absolutamente, sin ningún tipo de diferenciación ni por origen ni porque sean de mi provincia ni porque sean de una afinidad política, la mía o no. Es un colectivo total y global para mí y en ese sentido haré un trabajo lo más transparente, lo más abarcador posible, e intentaré ser su interlocutora preferente.
Los objetivos son muchos. La Delegación, tal y como viene dibujada en el Decreto, teniendo en cuenta que una Comunidad Autónoma no tiene competencias en materia de acción exterior, dentro de eso tiene un campo bastante amplio: la situación social de los residentes allí, del tema comercial, el tema cultural… ya son campos de suyo cada uno de ellos bastante extensos.
– ¿Entiendo que es un nombramiento que viene directamente desde Presidencia, digamos un encargo directo del presidente Touriño?
Sí, sí es así, y tiene que ir a Consello de la Xunta.
– Y el nombramiento en el Consello coincide con la salida del titular de Relacións Exteriores, Santiago Gómez-Reino, de quien depende orgánicamente la Oficina de la Xunta en Buenos Aires.
– No tiene que ver, porque a su titular lo va a sustituir otra persona aquí, que es Julio César Fernández, que viene de Brasil (de la Consejería laboral de la Embajada). Coincide en el tiempo con la marcha de Santiago Gómez-Reino, por cierto con quien yo tengo una magnífica relación personal. Tengo la gran suerte y el gran amparo que me da tener de embajador de España en Argentina a un gran amigo mío, que es Rafael Estrella, con quien trabajé en el Congreso de los Diputados y que fue un poco mi iniciador en esta materia. O sea que yo creo que todas las condiciones que se dan parecen en un primer momento buenas para poder hacer un trabajo correcto, un trabajo que satisfaga las expectativas que hay en este momento puestas sobre él.
– Por las propias funciones de la Oficina, aunque dependa de Relacións Exteriores, se supone que la vinculación con la Secretaría Xeral de Emigración será permanente también, ¿no?
– Pues no lo sé, yo supongo que sí, pero me gustaría que se sepa y, me gustaría aprovechar este momento para decirlo, que aparte de lo que es la relación orgánica, administrativa, burocrática, esta Delegación está abierta y con línea directa, línea caliente, con todas las consellerías de la Xunta de Galicia y con los agentes sociales, empresariales, sindicales, … que quieran tener esa relación o que la necesiten. En fin, creo que es mi obligación que sea así y creo que es para eso para lo que se crea.
Cualquier empresario gallego que quiera o necesite algo de Argentina, aunque tenga mil contactos allí y aunque sepa que la Embajada está siempre receptiva, evidentemente sabe que va a tener al Gobierno gallego preocupándose por su interés o por su situación.
– ¿Un primer paso será mantener contactos con las asociaciones?
– El primer paso, efectivamente es presentarme, y tendré que estar durante algún tiempo recorriendo muchos centros visitando colectivos, recibiendo personas, etc… porque yo creo que una de las claves de mi trabajo tiene que ser la disponibilidad, la visibilidad y la presencia y en ese sentido, pido un margen de tiempo mínimo, lógico, porque Buenos Aires es una ciudad enorme, son dos países muy importantes Argentina y Uruguay, porque éste también depende de la Delegación en Buenos Aires, y es un territorio extenso y yo creo que no vamos a defraudar, aunque evidentemente todo trabajo humano tiene sus limitaciones.
– ¿Qué opina de que se vea esta designación como un nombramiento político tras las polémicas relacionadas con la Fundación Galicia Emigración?
– Me sorprende esta situación, porque yo evidentemente tengo una trayectoria política y la tengo dentro de uno de los dos partidos que gobiernan este momento la Xunta, pero porque tengo esa tayectoria política puedo tener el perfil que se necesita para ese cargo y también digo que, inmediatamente después de mi toma de posesión, mi voluntad de trabajo y lo demostraré en la práctica es trabajar para todos los gallegos. Yo no voy a trabajar ni con color político, ni con ningún tipo de sectarismo porque sería distorsionar la imagen de Galicia y el papel que Galicia tiene que hacer, aparte de que todas nuestras pequeñas discusiones internas que podemos tener en Galicia o en España o en lo que sea, en cuanto sales fuera, eso no existe, la gente desde fuera nos ve como un todo.
Los gallegos que están fuera tendrán la sensibilidad política que tengan, pero cuando piensan en Galicia, no piensan en la Galicia de A o en la Galicia de B, y yo creo que eso es algo que hay que tener muy presente cuando se habla en política exterior, en acción exterior, que estamos representando a nuestro país en su totalidad y en ese sentido voy a ser escrupulosa y muy respetuosa.