En Castilla-La Mancha se produjo una espectacular caída del apoyo que tenía el Partido Socialista puesto que solamente consiguió 329 sufragios, que suponen el 26,3 por ciento del total cuando en 2011 habían obtenido nada menos que el 55,1 por ciento. En definitiva, se ha dejado en el camino nada menos que 28,8 puntos porcentuales.
El PP también ha registrado una bajada en el apoyo de los castellano-manchegos residentes en el extranjero aunque mucho menor que la sufrida por los socialistas. En concreto los populares pasaron del 27,4 en 2011 al 19,1 lo que supone un descenso de 8,3 puntos porcentuales. El Partido Popular recibió en estas elecciones un total de 239 votos de residentes en el exterior.
En esta coyuntura el más beneficiado ha sido Podemos que logró 374 votos de los 1.250 totales, es decir, el 29,9 por ciento.
Por su parte, Izquierda Unida se queda con un 7 por ciento al recibir tan solo 88 votos.
Respecto a la participación, pues más de lo mismo. La reforma de la Loreg hizo estragos también en Castilla-La Mancha donde en 2007 fue del 17,2 por cierto, en 2011 del 5,6 por ciento y en estas elecciones de un 4,7 por ciento.
En cuanto al CERA, éste ha ido aumentando hasta alcanzar los 26.593 inscritos en 2015 cuando en 2011 fueron 21.282 y en 2007, 18.793.