Teléfono de afectados: 900 11 78 16
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Teléfono para heridos: 900 12 12 12
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció durante su estancia en la ciudad, en la que visitó junto al presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel, uno de los barrios más afectados, el de La Viña, un convenio entre Gobierno central, autonómico y local para la “reconstrucción” de Lorca, algo que consideró muy necesario. Señaló que ‘in situ’ pudo comprobar que las viviendas de la ciudad están muy deterioradas, así como su patrimonio histórico. El Consejo de Ministros aprobó ya las primeras ayudas, de tipo personal para los fallecidos y heridos y para rehabilitar viviendas e instalaciones públicas. También hay otras medidas de beneficio fiscal y para reactivar la economía.
El 20% son inmigrantes
Los Príncipes de Asturias presidieron el funeral en el recinto ferial de Santa Aquiteria por cuatro de los fallecidos. El acto fúnebre -con la asistencia de Zapatero y la ausencia del líder de la oposición, Mariano Rajoy, que acudió a Lorca el día anterior, cuando se paró la capaña electoral durante 24 horas- se celebró a escasos metros de la explanada de La Huerta de la Rueda, en la que se instalaron campamentos para acoger a las miles de personas que se quedaron sin hogar, entre ellos muchos inmigrantes que residen en la población (son el 20%) y que no tienen a la familia cerca para que les pueda ayudar. Es destacable la labor de los efectivos de asistencia, entre ellos los de la Unidad Militar de Emergencia, que realizaron su labor también con el apoyo de los ciudadanos que se mostraron dispuestos a colaborar. Para atender a los cerca de 300 heridos se instaló un hospital de campaña con médicos militares y también profesionales voluntarios. El seísmo se produjo en la tarde del 11 de mayo, alcanzó 4,4 grados y tuvo una réplica de 5,2 grados con epicentro en Lorca, con una profundidad de 10 kilómetros. Al parecer, el hecho de que no fuese muy profundo fue lo provocó los efectos tan graves en la ciudad, algo en lo que también podría haber influido el que muchas viviendas no estaban preparadas para seísmos. Cuando se habían revisado casi la mitad de los edificios, al 44% ya se podía acceder, un 17% presentaba daños estructurales, con lo que estaba prohibido el regreso y a un 39% se podía ir a recoger los enseres.