La selección española de balonmano ratificó su presencia entre los más grandes con un ajustado triunfo (23-24) sobre Suecia, que le permitió lograr una medalla de bronce que premió el excelente Mundial protagonizado.
Pese al sorprendente equipo que presentó Valero Rivera, el conjunto español evidenció desde el inicio, que ni el varapalo que supuso la derrota sufrida ante Dinamarca en semifinales, iba a mermar la ambición por cerrar el Mundial con una medalla.