España hace historia al lograr su segundo Eurobasket consecutivo tras vencer a Francia (98-85)

Navarro resultó elegido mejor jugador del torneo tras una final en la que fue el máximo anotador con 27 puntos

Felipe Reyes alza la copa de campeones de Europa.

Pese a que no comenzaron bien las cosas para la selección española, con las cuatro primeras canastas galas machacadas en el aro, por los desajustes defensivos, no cundió el nerviosismo porque un triple de Navarro y dos puntos de Pau Gasol atemperaron a los españoles. Y un triple de Calderón, a los cinco minutos de partido, significó la primera ventaja de los españoles, que ya no dejaron de estar arriba en el marcador.
El final de cuarto fue espectacular, un duelo a triples que acabó en empate. Navarro abrió las hostilidades, le respondió Parker, Marc Gasol cogió el relevo y Batum cerró la serie, para firmar un 25-20 al final de los primeros diez minutos.
En el segundo cuarto, comenzó el festival taponador de Serge Ibaka, en pista por las dos personales pitadas a Pau Gasol. El pívot nacionalizado sembró el terror entre los franceses con ‘gorros’ que repartió por doquier. Hasta cinco llevaron su firma. Rudy también despertó y con seis puntos seguidos en el ecuador del periodo elevó la renta española por encima de los diez (46-34 en el min. 16). La selección francesa apretó los dientes y Batum, compañero de Rudy en Portland, en la NBA, le dio la réplica poniendo a su equipo por debajo de la barrera psicológica de los diez puntos. Al descanso, 50-41.
Espectacular Navarro
Si en la primera parte los ataques se impusieron a las defensas, estaba claro que esta situación no podía seguir durante mucho tiempo. La selección francesa endureció los contactos. Los rebotes se pusieron más caros y el equipo español aguantó el empellón y respondió con técnica, con clase y con virtuosismo.
En el minuto 24 (60-49) Navarro, Marc y Pau firmaron la jugada del partido, con dos asistencias memorables y un mate de Pau colosal.
Francia estaba herida pero no muerta y cinco puntos seguidos con triple de Gelabale y canasta de Noah parecieron darle alas, pero un triple de Navarro volvió a dejar fríos a los galos, (65-54, min. 26).
España estaba respondiendo con diligencia a los envites de los franceses y esa fue una de las claves del encuentro. Si los galos endurecían el juego, los españoles apretaban en defensa. Si los galos anotaban con facilidad, los españoles también.
Los franceses, muy tocados
La selección francesa comenzó el periodo definitivo muy tocada moralmente, porque el equipo español no solo respondió físicamente a su propuesta, sino que añadió gotas, casi chaparrones por momentos, de calidad al juego.
España sabía el guión a aplicar: Defensa, seriedad, rapidez, calidad y, sobre todo, concentración. Una zona, con la intimidación de Ibaka y Pau enfrió más a los franceses y al partido. Máxime tras una nueva diferencia máxima, 84-68 (min. 33).
El equipo español manejó los tiempos a la perfección y enfrió el partido para acabar colgándose la medalla de oro. La segunda consecutiva que le permite entrar en un lugar privilegiado de la historia.