España ha cosechado dos triunfos sobre China (97-63 en Castellón y 96-49 en Córdoba); uno sobre Angola (97-73 en Alicante); un par ante Serbia y Montenegro (83-62 en Valencia y 80-65 en Singapur); uno contra Eslovenia (96-85); otro contra Polonia (89-57 en Madrid) y dos sobre Argentina (79-67 en Madrid y 87-66 en Singapur).
Argentina ha concluido los partidos de ensayo con cuatro triunfos en Mar del Plata ante Venezuela (96-82); dos en Santa Fe otra vez contra los araucanos (94-56) y Brasil (103-95); uno sobre Nueva Zelanda (85-72 en Buenos Aires); uno más con Lituania (88-87 en Madrid); y otro en Singapur frente a Eslovenia (94-72). En el debe albiceleste aparecen las dos derrotas encajadas con España y la sufrida a manos de Serbia y Montenegro en Singapur (64-83).
El equipo español volvió a mostrarse netamente superior a los argentinos. Los dueños del último oro olímpico y de la plata mundial en el anterior Mundial de Indianápolis 2002 han mejorado en su juego en la ciudad-estado de Singapur. Sin embargo, aún no han encontrado con la tecla que les hace jugar en bloque. Los jugadores albicelestes están acelerados, les falta paciencia y conexión interna.
Los errores iniciales en algunos tiros fáciles, por ejemplo de Juan Carlos Navarro, que hizo un cero de tres en triples de arranque, retrasaron el despegue español. El bloqueo ofensivo que persigue a los argentinos desde el amistoso frente a Lituania en Madrid contagió por unos momentos al quinteto rojo. Concretamente hata el 8-7 (m.6).
Los triples empezaron a entrar. José Manuel Calderón primero, Pau Gasol, más entonado que en los dos choques previos de Singapur, después…. El parcial creció hasta un 13-4 (21-11) y Argentina ya sólo dio señales de vida en una fase del segundo cuarto.
El marcador corrió parejo sólo en un corto tramo de ese segundo periodo (38-35 m.17). España lo cortó con un 9-0 hasta el descanso (47-35) y, a continuación, en el tercer corte arrinconó a los chicos de Sergio Fernández con un abultado 28-16. Navarro consiguió nueve puntos en los seis primeros minutos del cuarto. España se situó en el mismo lapso con veintiún puntos de ventaja tras una canasta del escolta barcelonista (62-41).
Veinticuatro puntos de distancia sellaron el penúltimo capítulo del choque en lo que parecía que iba a ser el tope del choque (75-51). Pero la brecha aumentó hasta casi los treinta tantos de margen (79-51 m.32).