España cierra el año con un ejercicio de virtuosismo y golea 1-5 a Austria a la espera del Mundial de 2010

Villa, Cesc, Güiza y Pablo Hernández anotaron los tantos

David Villa bate al portero austriaco. (: EFE)

Aunque el rival, Austria, no invitaba precisamente a una de las mejores noches de la Selección poco importó porque estos chicos han llegado a un punto en el que les da igual quién sea el rival o cuáles sean las circunstancias. Era un amistoso en el mismo escenario donde comenzó este momento dorado. Suficiente pretexto para devolver otros noventa minutos de virtuosismo.

Los austríacos pegaron primero con un tiro de Jantscher que desvió Ramos de forma desgraciada. Fue un accidente, porque pocos segundos después Silva levantó la cabeza y asistió entre líneas a Cesc. La cuestión era definir y el catalán lo hizo fácil. Con la misma sencillez fueron llegando los goles. Iniesta también sabe leer partituras como nadie y vio a David Villa que iba hacia el área. Poco más que contar.

Antes del tercero, también obra de Villa y del mismo corte que los anteriores, un tal Pehlivan quiso ensuciar esta fiesta con una entrada sin sentido sobre Busquets. Sus compañeros lo pagaron caro porque ahí acabaron de venirse abajo.

Del Bosque hizo cambios pero aquí nadie se da por aludido. La consigna es jugar bien y el fondo de armario también sabe hacerlo. Con los protagonistas cambiados Pablo Hernández, Güiza y Navas obtuvieron su protagonismo. De las botas de estos tres hombres nacieron el cuarto y el quinto. Pudo haber más, pero ya era abusar demasiado.